En el mundo virtual

El mundo de las espadas

Los tiempos avanzan, y con ello vienen los cambios en la economía de un país, la política, las ideologías, etc. Todo eso suena genial, pero si hay algo a lo que todos prestan atención, es el avance de la tecnología.

La impresión 3d, armas más letales que las anteriores, naves especiales y esa clase de cosas.

Pero algo que todos aprecian son los inventos que ayudan en la vida cotidiana de las personas, o mejor aún...que la mejoran.

Hoy en día lo más apreciado son las mejoras en el entretenimiento, las películas en 4d, llamadas internacionales, la posibilidad de hablar con una inteligencia artificial, ¿Acaso no es maravilloso?

Pues para un público determinado, hay algo que lo es más, y se trata de los videojuegos, por supuesto que son los videojuegos.

Y siendo sinceros, estoy más que de acuerdo con ello. En la ciudad en donde vivo, Royal Woods, no es un lugar en donde uno se pueda uno enntretener fácilmente, la ciudad está vacía de cualquier tipo de emoción, lugares monótonos y molestos, en donde la gente es molesta e hipócrita, al menos la mayoría de quienes he conocido.

Pero los videojuegos han mejorado mi vida al 100 por ciento, allí he podido hacer lo que quiera, me he puesto al volante en carreras suicidas, he estado en los zapatos de heroes de toda clase de dimensiones y épocas de la historia.

Pero una clase de juego que amo son los multijugadores, allí puedo ser quien deseo, puedo convertirme en el salvador  de la historia, o encargarme de aquellos que merecen las consecuencias que sus actos merecen.

Puedo ser mucho más de lo que soy, o al menos así me siento yo.

Y todo ha mejorado con la tecnología, ahora puedes verlo todo desde la perspectiva del personaje, usar tu cuerpo para que tu personaje imite tus movimientos, incluso se puede llegar a sentir cualquier golpe, cualquier sonido, cualquier sensación.

Se anunció el lanzamiento de un juego, "Sword Art Online", que es un juego de una categoría con un nombre algo raro MMORP...algo así.

Un RPG pero con más emoción.

Tengo ya la consola, y creo que el juego también, solo me hace falta llegar a mi casa a jugar.

Salí de mi salón, y camine por los pasillos hasta llegar a la entrada, no muchos hablaban del juego, pues muchos lo catalogaban como algo tonto, o fuera de su alcance, aparte de que el juego era costoso, al menos como para un adolescente sin una clase de ingreso económico.

Corrí hacia mi casa lo más rápido que pude, poco me importaba que fuera a sudar, estábamos en otoño, así que ya hacia frío como para que se seque rápido. Llegaría más temprano de lo habitual, pues sus dos últimas horas habían sido suspendidas por causas académicas.

Esquive a algunos transeúntes y evite que me chocarán los carros, todo con tal de llegar rápido.

Me desánimo que ningun otro de mis amigos pudiera jugar conmigo, unos no tenían el dinero necesario, y otros no les dejaron sus padres adquirir el juego.

Pero me resigne a empezar solo, además, tenía la suficiente habilidad social como para hacer amigos por mi cuenta, al menos uno o dos.

Pude divisar a lo lejos mi casa, pero me concentre más en ver el buzón, este tenía la paleta hacia arriba, indicando que había llegado correspondencia.

La emoción llego a mi mente, tal vez y ya me había llegado el juego, lo aparte apenas tuve la oportunidad, así que llegó a tiempo para jugarlo el mismo día del lanzamiento.

Me acerque al buzón, abrí la tapa y tome todos los sobre que había  allí. Entre a mi casa y me contra a mi papá haciendo la comida.

–Llegaste temprano,Lincoln– Habló con sorpresa.