Las dos caras del problema

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En cada una de las cientas de ciudades ficticias ubicadas en el mundo virtual, pasan toda clase de sucesos, debates, disputas, peleas físicas o verbales, etc.

Cada momento brinda de alegría o emoción a cada jugador atrapado en este mundo, todo con el fin de servir como un distrayente de este lugar en el que se existe y se muere.

Aunque como muchos sabemos, esta clase de costumbres que consisten en ignorar o hacer a un lado estos problemas es malo, tanto para el individuo que los tiene como las personas que le rodean.

Afortunadamente, nuestro protagonista no es de aquellos que sufren en silencio...

...al menos no siempre.

Piso 35
Ciudad: Miche
Ubicación: Centro de ayuda para jugadores necesitados

Necesitados...

Esa era la palabra que rondaba por la cabeza del peliblanco que cazaba a los que no vivían de forma limpia.

El ayudaba a aquellos que se consideraban necesitados, perseguía a sus asaltantes, devolvía sus pertenencias y demás cosas que le hicieran ser considerado alguien no necesitado.

Es por eso que el hecho de recibir ayuda le hacía sentirse...mal.

Pero no podía seguir así sin hablarlo, al menos eso creía.

–Bien, con esto damos por iniciada la sesión de hoy–

Quien hablaba era una joven mujer de edad adulta, con el cabello castaño y apariencia pulcra.

Ella, junto con un grupo de al menos 14 personas, se sentaban en sillas formando un círculo, todos hombres y mujeres con ánimos deshechos.

Aunque así como la mujer, habían unos que podían mostrar más alegría que otras personas, demostrando cuan optimistas eran, o cuan fuerte son en realidad.

–Verán, como pueden ver, hoy tenemos a un integrante nuevo en el grupo, ¿Podrías presentarte?, y decir porque viniste- Pidió al chico la mujer.

Lincoln se removió en su asiento, incómodo pero con la seguridad suficiente como para empezar a hablar.

–Pues, soy Lincoln, y vine aquí porque, como ustedes...necesito ayuda- Habló entre balbuceos y nervios.

La gente a su alrededor sonreía con cortesía, mostrando su apoyo hacia el muchacho, diciendo con sus expresiones que estaba bien sentirse así.

–En los últimos días me he empezado a sentir...solo...–

Ante la atenta mirada del "público", el chico se mantenía en silencio, pensando en cómo seguir su expresión.

–Hace días...un amigo volvió después de tanto tiempo a vernos, aunque no por una buena razón, había perdido a todo su clan a manos de los monstruos de un calabozo.

Nunca lo habia visto de la forma en la que lo vi, para el... su gremio lo era todo, y al perderlo, era un ser sin nada–

Los recuerdos divagaban por la mente del chico, recordando el llanto de su amigo, para después revivir el momento del bosque del laberinto.

–Su desesperación era tal que el mismo fue a luchar contra "Nicolas, el Renegado", todo para ver de vuelta a la vida a aquellos a quien perdió–

Escuchó el grito del enemigo en su mente, aquel alarido debió haber matado aunque sea a un jugador inocente.

–Mi amigo vivió, pero...no regresó con nadie a su lado–

Las palabras de Kirito retumbaron en sus pensamientos, tan solemnes, y llenas de desconcierto.

En el mundo virtualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora