[💐]Eijiro y Denki eran una joven pareja de casados, mas sin embargo, el joven Kirishima al pasar tanto tiempo en su trabajo no muestra afecto a su amado, quien se siente triste, pero un día recibe veinticinco flores de un admirador anónimo, ¿Podrá...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El amor sincero es aquel que se entrega sin esperar nada a cambio, donde lo das todo porque simplemente la/lo amas, aprendes a convivir con sus defectos y ayudas para que intente cambiarlos.
Pero, ¿A qué costo?, podrás tenerlo todo, pero, ¿Quién no te garantiza que eso acabe?, como un sueño que nunca paso.
Ahora tenía una misión y esa era descubrir si su esposo era anónimo, la duda le creció como una planta a nada de brotar y la curiosidad lo invadió como un panal de abejas en un árbol.
No estaba seguro si hacerlo, pero negó y comenzó con su perfecto y súper elaborado plan.
[...]
Lunes, era el momento, primero espero a que su esposo estuviera listo y apunto de salir. Se levantó rápidamente y se baño, Eijiro estaría arreglando las llantas del carro, pues Denki las pincho todas.
Luego de vestirse y desayunar fue al garaje, pudo ver cómo el pelirrojo aun estaba cambiando las ruedas, abrió la puerta de atrás y se adentro, espero durante un largo rato, incluso del aburrimiento estuvo mirando su teléfono.
Estaba bien escondido, no se notaría que estaría ahí, escuchó como la cajuela se cerraba, dejo de mirar su celular y vio cómo su marido dejó su portafolios en el copiloto para después subirse a la parte del volante.
Estaba esperando con paciencia, nada apresurado, pero su conciencia estaba inquieta por descubrir y querer saber qué sucede con respecto a los sentimientos del contrario.
Una vez terminado de sentirse metido en sus pensamientos sintió como el auto se detenía, ni siquiera sintió cuando llegaron, escucho el sonido de la puerta cerrándose, miro por las ventanas al pelirrojo que se alejaba del auto.
No tardó ni un minuto para ir a la parte de al frente y salir, claro que si salía era muy probable que el auto sonará por la sirena, pero daba igual, abrió una puerta que tenía seguro dándole al botón indicado y salió de ahí.
Una vez fuera cerró bien la puerta, estas ya no tenían seguro y era muy probable que se robaran el auto, pero no le dio importancia, o por lo menor no ahora.
Era momento de seguir a su esposo y ver si sí es quien él cree.
[...]
¿Consiguió algo?, la respuesta es un claro no, estuvo siguiéndolo discretamente, pero no vio nada, solo como le decía algo a un empleado de menor rango y este decía un; ''De acuerdo jefe, el mismo encargo, más tarde lo recojo'' no volvió a ver a ese empleado.
Rendido y a nada de tener hambre salió de la empresa en donde trabajaba su esposo, claramente no le decían nada si entraba o salía, era común que supieran quién era, aunque le dijo a alguien de seguridad que por favor no le contara a Eijiro que estaba ahí, este acepto.
