𝐓𝐖𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐒-Kevin Álvarez

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Emilio Lara

El balón llegó al área donde yo estaba y al ver quien llevaba la pelota mi velocidad aumentó de forma instantánea.

Kevin y yo íbamos detrás del balón en un pequeño duelo de empujones. En un ágil movimiento lo dejé atrás y despejé el balón para evitar el gol.

—Deberías de ser más rápido—dije con burla pasando por su lado.

—Lo soy—dijo alcanzándome.—Si no pregúntale a tu novia.

Algo dentro de mí se encendió y por instinto, lo empujé por detrás viendo como se tropezaba.

—Cuida lo que dices idiota porque la próxima vez no solo será un empujón.

Esta vez avancé hasta llegar con el resto de mis compañeros, no quería quedarme más tiempo con Kevin o las cosas saldrían mal.

—Ya pueden ir a vestidores, el entrenamiento terminó.

Camine a lado de Israel mientras hablábamos, durante el camino hacia los vestidores solo lograba escuchar la insoportable voz de Álvarez.

—No sabía que te llevabas mal con Kevin–dijo Isra mientras nos quitábamos la camisa.

—Es amigo de Madelain—rodé los ojos.–Pero su "amistad" no me convence.

Se acercó más a mí para que nadie más escuchara lo que me iba a decir.

—¿Estas diciendo que no hay una amistad entre ellos?—susurró.

—No puedo confirmar nada pero estoy seguro de que Kevin no quiere solo una amistad con Madelain.

—A mí tampoco me cae muy bien—ambos reímos.

Tuvimos que esperar a que las regaderas estuvieran desocupadas, pues al ser tantos todos nos queríamos bañar primero y no había las suficientes para todos.

Y como si el destino me odiara, Kevin estaba al frente mío usando su celular con una sonrisa en sus labios.

—¡Kevin baboso ya hay regaderas libres!

La curiosidad me había ganado y aproveché que se había ido para tomar su celular y ver con quien hablaba.

Para por fin quitarme la duda de si quería o tenía algo con Madelain.

En ese momento una mezcla de emociones se apoderó de mí. Enojo, tristeza, decepción e incluso traición.

Los mensajes de Madelain llegaban, hablándole como si él fuera su novio. Con cada mensaje que leía mi corazón se iba rompiendo de a poco.

¿Desde cuando me estaba viendo la cara de tonto?

—¿Qué haces con mi celular?

Mire hacia un costado viendo al causante de mis problemas en ese momento, al verlo, cualquier sentimiento fue remplazado por la ira.

—Te voy a matar idiota.

Me acerqué a él sin dejarlo reaccionar y golpeé su rostro con mi puño para después empujarlo haciendo que cayera al piso.

—¡Hey pelón! ¿Qué haces?

Ignoré los gritos de los demás cuando Kevin logró ponerse de pie y regresarme el golpe creando una pelea entre ambos.

—¡Eres un hijo de puta!—grité forcejeando para soltarme del agarre de Henry.

—¡Tus golpes no van a borrar que te haya engañado conmigo!

Logré soltarme yendo hacia él dándole otro golpe antes de que me sacaran por completo de los vestidores.

—¡Esto no se va a quedar así Álvarez!