19

1.2K 102 18
                                    

Madelain Alarcón.

Por fin tenía un día de descanso, los últimos días habían sido de entrenamientos intensos ya que el torneo estaba por iniciar.

Pero toda mi "paz" se termino cuando el timbre de mi casa sonó repetidas veces, suponía que eran mis padres y claro que quería que estuvieran en casa pero me había acostumbrado a estar sola que me parecía extraño estar con ellos.

—¿Tú qué haces aquí?—pregunté con asco.

Porque eso era lo que Alondra causaba en mí, asco.

—Estoy harta de todo esto así que vine a decirte la verdad.

Como si yo le hubiera dado permiso, entró a mi casa dejándome confundida en la puerta.

—No se de que hablas y yo no te di permiso de entrar—dije caminando hasta la sala donde ella estaba.

—Ay Madelain ¿de verdad no sabes o prefieres fingir que no paso?

—Alondra no tengo tu tiempo así que lo que me quieras decir, dímelo ya.

—Puede que no me creas porque ya te lo había dicho pero el beso con Emilio no fue lo único que pasó entre nosotros, él te engaño conmigo.

Ni siquiera me esforcé en evitar mi risa, toda esta situación me daba gracia.

—¿Y tú crees que te voy a creer? Yo sé que siempre tuviste un resentimiento hacía mí y todo lo que me estás diciendo lo haces para molestarme. 

—Que estrés contigo—dijo rodando los ojos para después darme su celular.—Si no me crees, míralo tú misma.

La mire con desconfianza antes de tomar su celular, viendo un montón de capturas de pantalla de su conversación con Emilio y fotos que se habían tomado juntos.

Todo estaba ahí, absolutamente todo.

Las fechas coincidían a cuando Emilio y yo aún estábamos juntos.

Sabía que no tenía que reclamar y mucho menos sentirme mal por algo que yo también había hecho.

—Me cansé de esta situación, a pesar de que terminaste con Emilio él sigue hablando de ti, piensa que nunca lo ibas a descubrir y que en algún momento iban a regresar.

En ese momento mi mente se bloqueó, no sabía que hacer o que decir, no quería llorar pero aún así me dolía.

—Vete de mi casa—susurre regresandole el celular.—Y en tu vida me vuelvas a hablar.

Alondra salió sin decir nada y yo me senté en el sofá sin saber que hacer.

¿En qué momento mi relación con el "amor de mi vida" había terminado de esta forma?

Quería decirle todo lo que pensaba, el como me había hecho sentir y lo mal que la pase ¿Y todo para qué? Para que él hiciera lo mismo.

Así que no lo pensé mucho y salí de mi casa en dirección a la de él.
No tardé mucho en llegar ya que vivíamos "cerca."

Estaba frente a la casa de Emilio, tocando fuertemente la puerta. No estaba pensando con claridad, simplemente era el enojo y la tristeza actuando por mí.

La puerta se abrió dejando ver a la persona que yo creía amar, la persona a la que yo creía que era el amor de mi vida pero que al final los dos terminamos lastimandonos mutuamente.

—Madelain... No esperaba verte aquí.

Mi mano choco contra su rostro, todo mi enojo se reflejo en esa cachetada. Emilio me vio confundido tocando su mejilla.

—Eres de lo peor Emilio—mi voz se iba rompiendo con cada palabra que decía.—¡Me hiciste sentir la peor persona del mundo cuando tú hiciste lo mismo y con la estúpida de Alondra!

Él se veía tan calmado cuando yo estaba sintiendo mil cosas a la vez, llorando y tal vez con un ataque de ansiedad.

—Calmate Madelain, no entiendo nada de lo que dices.

—¿Por qué sigues fingiendo? Ya lo sé todo sólo quiero que tú me lo digas.

Mi mente comenzó a recordar todos los días que había pasado a su lado, las cosas buenas y malas que habíamos vivido juntos y lo mucho que creía que nos amábamos.

—No tiene caso que lo niegue si ya sabes todo.

—Me sentí la peor persona del mundo por haberte lastimado pero tú habías hecho lo mismo y aún así tuviste los huevos de reclamarme.

—Actúe por impulso cuando te engañe y no te lo quise decir porque no quería perderte pero cuando me enteré de que tú también me habías engañado mi orgullo se lastimó y por eso te reclame pero nunca quise que nuestra relación terminará.

Me quedé viéndolo sin decir nada, las lágrimas seguían saliendo y Emilio se notaba triste pero sabía que estaba así porque lo había descubierto y no porque se arrepintiera.

—Yo sé que la cague y lo acepté, te pedí perdón y me arrepiento de eso, y tú no pudiste hacer ninguna de esas cosas.

—Lo estoy haciendo ahora Madelain.

—No importa ya—limpié las lágrimas de mis mejillas.—Solo quiero que sepas que me arrepiento mucho de haberte engañado con Kevin, debí haber terminado contigo desde que lo conocí a él porque no sé merecía ser la segunda opción.

Regresé a mi auto sin mirar a Emilio y escuchando como gritaba mi nombre pidiendo que regresará, lo que pasará o no con él, ya no me importaba.

Estuve mal por alguien que no aceptaba sus errores, que hacía sentir mal a los demás por cosas que él también había hecho.

Sabía que no iba a ser tan fácil poder superarlo totalmente, porque al final si estaba enamorada de él y eso no puede cambiar de la noche a la mañana.

Y por otro lado estaba Kevin. Con él la había cagado desde el primer día que lo vi.

No merecía ser el cuerno de una relación, no merecía lo que le dije el día que termine todo con él. Y ahora no sabía si era correcto regresar con él.

Tenía miedo de que me rechazará y al final lo terminará perdiendo.

Pero por primera vez me iba arriesgar por alguien, porque Kevin valía completamente la pena.

Y de nueva cuenta estaba conduciendo hacia Pachuca.

ꕤ ꕤ ꕤ

Por fin Madelain mando a la chingada a Emilio🙏🏻🙏🏻

𝐓𝐖𝐎 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐒-Kevin ÁlvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora