Little big coincidences

Capítulo 4

-En la piscina-

Carina salía de debajo del agua con el maquillaje ligeramente corrido por culpa del agua. No se le había estropeado demasiado puesto que la ojiverde había usado máscara de pestañas waterproof. Por una vez agradecía la insistencia de la pelinegra, así al menos no parecía un mapache italiano. 

-¿De qué coño vas Bishop?-gritó la morena. Se veía que no le había sentado muy bien ¿no creéis?

-Bueno, al menos ya no tienes que lavar el vestido.-comentó la rubia comenzando a reírse pero, sus risas se detuvieron cuando vio la mirada que le estaba dirigiendo la italiana. 2 miradas asesinas en una noche, wow Bishop, déjame decirte que si las miradas mataran ya estarías enterrada. 

-Eres el ser humano más idiota que hay.-dijo molesta la italiana mientras salía del agua. 

Una vez estuvo pisando tierra se dispuso a sacudir su vestido y a escurrir como podía su pelo.

-Oye.-habló la rubia una vez estuvo fuera mientras se acercaba a la morena.

-Ni te acerques.-dijo la castaña mirándola desafiante mientras continuaba escurriendo su larga cabellera.-Ya era lo que me faltaba. Me vuelcas la bebida encima y para rematar me tiras a la piscina. Lo llego a saber y no te ofrecía ayuda. Se ve que te aburres Bishop pero ten clara una cosa. No te permito que acerques más a mi. En tu vida. ¿Queda claro?-La ojiazul fue a responder pero se ve que la morena no esperaba respuesta puesto que se dio la vuelta y se marchó.

-En la pista de baile, Kara y Lena-

Las chicas se separaron después de su primer beso. Ambas estaban que no se lo creían. Se sonrieron mutuamente y la pelinegra escondió la cabeza en el hueco del cuello de la rubia.

Pocos segundos después, llegaba una muy enfadada Carina que, evidentemente estaba chorreando. La pelinegra desencajaba la cabeza de su escondite para mirar a su amiga y no pudo evitar soltar una sonora carcajada antes de hablar.

-Vaya italiana, ¿qué te ha pasado?-Preguntó Lena sin poder evitar reírse ante las pintas de su amiga que, no solo estaba empapada, además venía con los tacones en la mano y tenía el maquillaje ligeramente corrido.

-Ni una palabra.-afirmó desafiante la italiana recibiendo un asentimiento por parte de la ojiverde.-Y vosotras cómo estáis tan pegadas, ¿me he perdido algo?-preguntó pícaramente la morena provocando sonrojo en las otras dos que se separaron rápidamente.

-Cierra el pico.-gruñó Lena cruzándose de brazos.

-A la mañana siguiente, en el instituto-

-Buenos días-saludó Carina una vez había llegado a la altura de su amiga.

-No grites, me duele la cabeza.-se quejó una resacosa Lena. 

Ambas se dirigieron al club de periodismo, dónde encontraron a Kara. La ojiverde vio a la rubia y, de repente, se agolparon los recuerdos de la noche anterior.

-Lena-

Carina y yo llegamos a la sala del club, dónde estaba Kara.

Kara, Dios, Kara.

He besado a Kara.

No me puedo creer que haya besado a Kara. Quiero volver a hacerlo. No quiero, NECESITO volver a hacerlo. 

Que bien besa, si es que es perfecta.

Esto que veis aquí son los pensamientos de la ojiverde, parece que alguien está ligeramente obsesionada.... 

Carina salió a la cafetería a comprar unos cafés, dejándonos a Kara y a mi solas.

-¿Cómo te encuentras?-interrogué en un intento de romper el hielo.

-Bueno, me duele algo la cabeza pero soportable supongo. ¿Tú qué tal? ¿Recuerdas algo de ayer? Yo tengo borrosa prácticamente toda la noche, alcohol supongo. La próxima vez intentaré no pasarme.-comentó Kara riendo.

-Narrador externo-

El corazón de Lena dio un vuelco dentro de su pecho ¿Kara no se acordaba de toda la noche? ¿Se acordaría del beso?

-A mi también me duele la cabeza pero, yo si me acuerdo de todo. ¿Qué recuerdas exactamente?-preguntó la ojiverde.

-Pues... sé que llegamos al one island, pedimos, bebimos unas copas, bailamos, de repente Cari apareció chorreando y... tengo un vago recuerdo de Arizona cantando como un delfín siendo torturado en el karaoke y a Callie animándola. ¿Me he olvidado de algo importante?-interrogó la rubia.

-No, eso fue todo.-mintió la pelinegra.

Kara iba a hablar pero la puerta se abrió de golpe dejando ver a una Maya bastante seria.

Las dos chicas se miraron hasta que Lena decidió hablar. 

-¿Qué hace aquí la cabeza hueca?-escupió Lena.

-También es un encanto verte Luthor pero no venía para hablar con vosotras, venía buscando a vuestra cabecilla.-comentó la rubia.

-Es increíble pero debo confesar que cada vez que apareces mi nivel de entusiasmo se dispara hacia el sótano.-afirmó la ojiverde.-Y si con nuestra cabecilla te refieres a Carina, no está aquí estará al llegar pero de todos modos, ¿qué narices quieres decirle? No sé si tu cerebro ha atado cabos y ha hecho que te des cuenta de que no te aguanta.-informó la pelinegra mirando a la rubia.

Maya iba a hablar pero la puerta se volvió a abrir dejando ver a una Carina cargada con varios cafés. Parece que no notó la presencia de la ojiazul puesto que avanzó y empezó a repartir las bebidas.

-Uno solo para Len, latte para Kara y Arizona.-dijo dando sus bebidas correspondientes a las chicas y dejando la de Arizona sobre el escritorio de la rubia.-Caramel macchiato para Callie y cappuccino para mi.-finalizó sonriente dejando la bebida de la morena sobre el escritorio que se encontraba al lado del de Arizona. 

Un carraspeo hizo que se diera la vuelta y sus ojos enfocaran por primera vez a Maya. La sonrisa de su rostro se esfumó dando paso a una mueca de amargura.

-¿Y esta qué hace aquí?-preguntó a sus amigas.

Ambas se encogieron de hombros y la rubia tomó la palabra.

-Resulta que como mis notas en lengua son muy bajas, la señorita López me ha dicho que voy a tener que pasar 7 meses en vuestro club para poder aprobar y subir nota.-Informó a ojiazul.

En ese momento, se hizo un comentario general en el que era imposible determinar quién de las tres había gritado más.

-¿¡QUÉ!?

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¿Qué os está pareciendo?

Es mi primer fic así que, si hay algún error, me disculpo de antemano. 💕