Little big coincidences

Capítulo 7

"Dichosa italiana, para qué le haré caso. Solo me traerá problemas" pensaba Lena mientras se dirigía a la sala de entrenamiento de Kara. La rubia estaba dentro de las animadoras, al igual que sus otras dos amigas, por lo que ahora estaría entrenando.

El día anterior, Carina había logrado convencer a la ojiverde de que hablara con Kara y, en su momento, a la pelinegra le pareció una grandiosa idea hablar con la rubia pero, ahora que el momento se había acercado, no estaba tan convencida.

¿Qué le iba a decir? ¿Cómo se lo iba a tomar Kara? 

La cabeza de la ojiverde era un gran lío del cual no conseguía sacar nada en claro.

Una vez llegó a la sala de entrenamiento, llamó a la puerta y se encontró a la rubia en unos shorts de deporte que hacían juego con el top que llevaba, el cual era de color gris. Llevaba una coleta alta que le quedaba increíblemente bien puesto que sus rizos resaltaban con ese peinado y tenía puestos sus cascos.

La ojiazul se giró al oír el sonido de la puerta abriéndose.

-¡Hola Len!-Exclamó la rubia al ver a su amiga.

-Hola.-Murmuró la pelinegra.

-¿Pasa algo?.-Interrogó preocupada la ojiazul.

-Tenemos que hablar, Kara.-afirmó la pelinegra cabizbaja.

-Eso no es bueno.-suspiró la rubia.-¿He hecho algo? Sea lo que sea, lo siento, no ha sido mi intención, de verdad que lo siento, si he hecho algo que no te ha...-

La rubia no pudo seguir hablando ya que Lena la interrumpió.

-No has hecho nada Kara.-Dijo la ojiverde levantando por primera vez la mirada hacia su amiga.

Ambas chicas se acercaron hacia un banco y se sentaron. Kara no podía con los nervios. No dejaba de mover la pierna de arriba a abajo y sus dedos estaban sufriendo el estrés de la ojiazul por no saber qué era lo que pasaba.

-¿Y bien?-preguntó la rubia al borde de un ataque. 

-Quiero que me dejes hablar y que no me interrumpas, por favor.-Comenzó la más pequeña de los Luthor recibiendo un asentimiento por parte de la ojiazul, por lo que continuó.-El día de la fiesta, aunque tú no lo recuerdes, nos besamos. Nos besamos y fue el mejor beso de mi vida. No podía creerme que nos hubiéramos besado e incluso llegué a pensar que tú también sentías algo por mi, al igual que yo lo siento por ti. Estaba dispuesta a hablarlo contigo pero, luego llegué al club y me dijiste que no recordabas el beso y, no quería decirte nada porque pensaba que ibas a enfadarte o ibas a dejar de hablarme y no podría soportar eso Kara, no podría soportarlo porque eres lo mejor que le ha pasado a mi vida y, no sé que haría sin ti. El caso es que no recordabas nada y, me vine abajo. No sabía que hacer, que decir, que pensar.... Soy incapaz de pasar más de 1 hora seguida sin pensar en ti porque te has adueñado de mis pensamientos de una manera alucinante. Entiendo perfectamente que ahora quieras que dejemos de ser amigas o que me odies, entiendo lo que sea pero, necesitaba que lo supieras.-Soltó la ojiverde del tirón. 

Lena miró a Kara mordiéndose levemente el labio, claro signo de nerviosismo y se quedó mirando los océanos que tenía la rubia como ojos esperando que esta le dijera algo. Lo que sea. Aunque ese algo fuera un "No quiero volver a verte en mi vida. Fuera"

La cabeza de la ojiverde iba a 1000 por hora. Millones de pensamientos estaban atravesando su mente en ese momento pero, todos se esfumaron de un plumazo cuando la rubia agarró su rostro con ambas manos y lo acercó al suyo uniendo sus labios en un suave beso el cual desestabilizó a la pelinegra por completo. 

Se separaron cuando sus pulmones pedían aire y se quedaron con las frentes apoyadas una encima de la otra. En esta posición la rubia habló.

-Si recordaba el beso Len. Tenía miedo de decírtelo porque estaba aterrada. No quiero perderte nunca. Pensaba que los sucesos de la fiesta habían sido obra del alcohol y, por eso tomé la opción más fácil. Te mentí. No quería que tuviéramos que hablar de ese beso puesto que temía que no me correspondieras y no quisieras volver a hablarme. Yo tampoco sabría que hacer sin ti Len. Eres el sol de mi sistema solar y, sin ti, directamente no funciono. De verdad que eres lo más importante que tengo y que tendré. Perdóname por haberte mentido, por favor.-Rogó la rubia dejando caer una lágrima por su rostro y luchando por contener las demás que amenazaban con salir. 

La pelinegra se separó ligeramente de Kara, lo suficiente como para ver su cara al completo. Pasó su pulgar por su pómulo para limpiar la lágrima que había resbalado anteriormente y besó a Kara.

-Que idiotas hemos sido.-suspiró la pelinegra.-Lo teníamos delante de las narices y no lo veíamos.-rio Lena.-Y por supuesto que te perdono, ya sabes que no puedo enfadarme contigo Kara.-dijo mientras miraba a Kara tiernamente.

Ambas sonrieron y se fundieron en otro beso que, deseaban que pudiera durar para siempre.

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Maya y Carina en el club.

La morena había pasado la mañana revisando artículos y, Maya, seguía leyendo los libros que la italiana le había dado el primer día.

Como siempre, una vez llegaron las 15:20 Maya informó de que debía irse. Se levantó y, cuando fue a abrir la puerta vio que esta no abría.

-Ammm.... Carina, la puerta no se abre.-Informó la ojiazul a la más alta.

-Es una puerta inteligente, van con código cuando se resetea el sistema. Es por motivos de seguridad. Habrán hecho alguna prueba. Mete el número 2843 en el panel que está al lado del marco de la puerta. 

Así lo hizo la rubia pero, no se abrió la puerta como ella esperaba. En lugar de eso, sonó una vocecita que provenía de dicho panel y decía "Código incorrecto"

-Carina, no se abre.

La italiana se levantó molesta y se dirigió a la puerta.

-Ugh, quita, que ni meter un número sabemos ya.-La italiana introdujo el código y, fue denegado de nuevo. Lo metió una tercera vez y nada. Estaban encerradas. Juntas.-Mierda.-murmuró Carina. 

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Holaaa, siento muchísimo la inactividad, es que no he tenido tiempo. 

¿Qué pensáis que pasará con estas dos encerradas?