Capítulo 19

335 33 0
                                    

Capítulo corto

Capítulo 19: LA, bitches

Annie POV

¿Ir a Los Ángeles con mi mejor amiga?

Sí, era algo posible.

¿Viajar con ella a una gala de premios?

Cariño, por favor.

Después de toda nuestra odisea para ultimar los detalles del viaje, estábamos juntas tomando un vuelo hacia el Estado dorado. La universidad efectivamente patrocinó mis viáticos, junto a Rose nos encargamos de buscar vestidos todo un día y finalmente, hacer contactos en LA que nos pudieran ayudar el día de mañana con el maquillaje.

–¿Crees que nos encontremos algún famoso por las calles? Me conformaría con ver a una Kendall Jenner.

–No creo que eso suceda así como así –Rose soltó una carcajada–. ¿Vamos a salir esta noche?

–¿En serio me lo estás preguntando? ¡Quien quita nos encontremos a alguien rumbeando!

–Siento que entre más lo digas, menos sucederá.

–Cariño, ¿conoces el poder la palabra? Si lo pienso, lo manifiesto, lo atraigo.

–Oh, no vas a empezar con tus cosas raras. Mejor trata de descansar, nos espera un largo viaje –dijo Rose poniéndose sus audífonos y recostando la cabeza en su almohada.

No era largo, o al menos después de viajar desde Bulgaria, no me parecía. Teníamos el vuelo hasta Houston de casi 2 horas, allí teníamos una escala y luego el vuelo a LA que duraba casi 3:30 horas. Aun así, tendríamos toda la tarde para conocer, ya que eran las 5 AM.

Mientras el avión despegaba me puse reflexiva y la razón principal fueron mis padres. Sentí que esto era algo grande e importante para mí y tal vez quienes me trajeron al mundo merecían saberlo, o tal vez no. Una vez alguien dijo "donde no te buscan, no haces falta", y aunque cuesta asimilarlo, fue una frase que decidí volver parte de mí, pero después de sentir que había hecho las paces con mi niña interior, que había sanado una herida de mi pasado, que Senka y yo estábamos bien, pensé en cómo sería también estar bien con ellos. En lo genial que sería recibir llamadas frecuentes, que no me fallaran el día de mi cumpleaños, que las llamadas por navidad no empezaran con regaños, y sobretodo, lo especial que sería verlos.

Habría mucho que hablar, muchas verdades que decir y otras heridas por sanar, pero al menos yo estaría dispuesta a hacerlo.

Por primera vez en mucho tiempo, lo estaría, aunque ellos no.

***

–Quiero vivir aquí algún día.

Rose y yo admiramos todo desde nuestro taxi camino al hotel. Esta ciudad estaba llena de rascacielos y edificios hermosos, se veía como mil veces lo había visto en las películas y el ambiente, a rasgos general, también parecía salido de una película. El hotel estaba ubicado en el Downtown, no sé cuánto habría costado la reserva allí, pero por las fotos que habíamos visto en google, económico no se veía.

–Bien, nuestro itinerario será el siguiente. Descargamos, nos cambiamos por ropa apta para este clima, almorzamos en el restaurante del hotel que queda en la terraza, dedicamos el resto de la tarde para conocer, volvemos al hotel, nos cambiamos, cenamos en un restaurante que ya vi en internet y luego rumbeamos como Dios manda. Bueno, no tanto, mañana es un día importante y probablemente volvamos a rumbear.

–¿En qué momento planeaste todo eso? –solté una carcajada–. ¿Si sabes que no alcanzaremos hacer mucho en una tarde?

–Cállate, eres tú quien quiere encontrarse un famoso, así que pon de tus buenas vibras para que los pies nos aguanten todo lo que caminaremos hoy.

Chasing the BowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora