𝓛𝓪 𝓯𝓸𝓻𝓶𝓪 𝓭𝓮 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓪𝓻 ° 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶 𝔁 𝓐𝓸𝓷𝓾𝓷𝓰

Una noche de invierno

Las gotas de la lluvia caían y golpeaban contra el techo de la casa, los rayos rompían y acechaban los lugares, acompañados del frío y la fresca brisa que azota los cristales de la ventana, todo en una noche de invierno.

Si estuvieran en Argentina el clima variaría, un día podría ser el más soleado y al otro parece que se cae el cielo.

Neteyam bajaba las escaleras algo somnoliento, había tenido un sueño extraño, era algo así como la "pesadilla" de ayer, pero ahora eran solo malos presentimientos. Entonces se había despertado un poco de golpe y quiso ir a buscar un vaso de agua como si afuera no se estuviera largando un diluvio.

Bajando pensaba en todo lo que había pasado recientemente, ahora andaba un poco nublado y se sentía abrumado por la cantidad de exámenes que tiene todas las semanas, a penas y alcanza a entender los temas y ya tiene que actuar como si lo supiera todo, tiene que dar el buen ejemplo para sus hermanos, por lo que no se puede permitir fallar en algo tan simple.

Ya habían regañado a Lo'ak por su bajo rendimiento en algebra, hoy al ver las notas se sintió mal al pasar por poco, se pregunta qué es lo que le está pasando. No entiende casi nada de estos temas y no le puede preguntar a nadie porque se supone que lo debe entender de forma rápida y simple, se supone que es el inteligente y perfecto hermano mayor.

Pasando por al lado de la sala escucha algo que lo saca de sus pensamientos, agudiza el oído tratando de ignorar la lluvia y logra encontrar un pequeño llanto, es algo leve, pero le preocupa por saber que por allí es la habitación de Tuk.

Camina despacio hasta llegar a la puerta entreabierta de la habitación, recuerda cuando su hermana había ido con ellos porque no le gustaba el fuerte y estruendoso ruido del agua con los truenos.

Trata de hacer el menor sonido posible y se desliza con cuidado de no espantar a la niña.

-Tuk- susurré entre mis labios un suave suspiro

Ella levantó la cabeza de forma rápida y ahora puedo ver su rostro con las pequeñas lágrimas que caen por sus mejillas, sus ojos rojos y aguados, rostro un tanto colorado y la boca en una entristecedora melodía baja.

-¿Teyam?- dijo mi nombre entre sollozos como si no se creyera que estoy aquí

-¿Si, pequeña?- pregunté acercándome hacia ella lentamente

Un corto silencio se formo en cuanto quedé en frente de la cama, duró así de poco por la repentina explosión de un rayo chocando en algún lugar de por allí.

-Aayy!- gritó no tan fuerte agarrándose de mi cintura

-Tuk Tuk- trato de llamarle la atención sin dejar de susurrar- Ya estoy aquí- su casi inaudible llanto sigue presente y eso solo me rompe más el corazón

Me intento sentar cerca de la almohada sin dejar a Tuktirey, aunque en realidad es ella la que no me suelta.

-Tranquila, la lluvia se va a ir- tarareo un poco acariciando su cabello apoyado en mis piernas- Está todo bien, estoy aquí contigo- sigo diciendo sin soltar sus mechones tan escandalosos- Que lindas trenzas que tienes- le hago el cumplido con una leve sonrisa sin dejar el tono de voz tranquilo y bajo casi como susurro

Me pongo a pensar un poco en qué podría hacer para que se calme más y pueda dormir tranquila. De hecho, creo que lo sé.

-Tuk, recuerdas cuando en las noches que nos quedábamos de pijamada no dejabas a nadie sin uno de tus fantásticos peinados?- mencioné un poco entre risas y creo que acabo de escuchar una suya entre sus jadeos- Spider se negaba rotundamente- seguí un poco más- Una vez en venganza le hiciste dos coletas con sus rastas y lo obligaste a usar un vestido de Kiri- recordaba poco a poco, es gracioso pensar en todo eso y creo que a ella también le está gustando- Esa fue de tus mejores creaciones he de decir- admití para soltar un suspiro alegre