𝓛𝓪 𝓯𝓸𝓻𝓶𝓪 𝓭𝓮 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓪𝓻 ° 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶 𝔁 𝓐𝓸𝓷𝓾𝓷𝓰

Tratando de arreglar problemas y estando juntos en familia

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-Teyam Teyam!- se me acercó Tuk corriendo al bajar las escaleras

-Ey, ahí estás- agregó Spider detrás de ella

Bueno, a empezar el día como se dice.

-Hola- los saludé tranquilo- ¿Cómo estás Tuk?- le pregunté alzándola

Si que se ha puesto pesada, aunque nada contra el fuerte guerrero.

-Bien y tú?- me respondió con toda la energía del mundo como siempre

-Con sueño, solo que eso pasa todas las mañanas- sonreí ante su alegría

-En esta casa amanece y parece que espantan porque desaparece todo el mundo- comentó mi Bro yendo a la cocina

Lo seguí y bajé a mi hermana para poder sentarme en una silla y comer algo. Es verdad que me estoy muriendo del hambre, siento como si el sueño que tuve me hubiera drenado toda la energía.

Conversamos un poco y pude escuchar noticias. El señor se queda hasta que puedan encontrar un arreglo a su situación, entonces por ahora está con nosotros, algo bueno supongo. Tuk tan inocente como siempre, mencionó que había escuchado a mamá y papá pelear en su habitación. Debe ser mi culpa, debería haber avisado. A parte solo los preocupo más con mis desmayos y ahora que no saqué nota perfecta también se va a notar el bajo. Mierda, debería esforzarme más y no dejar que cosas de este estilo se me pasen.

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Un chico de pelo rubio suspiraba en el largo e hipnotizante pasillo y, con tan solo escuchar los gritos que salían de la aterrante habitación, ya parecía temblar, aunque se haga el fuerte por dentro es solo un niño, un pequeño muchacho asustado, alejado de su casa y apartado.

¿Será que su decisión fue un error?

Escuchar a Jake y a Neytiri pelear solo le ponía los pelos de punta, su miedo estaba a flor de piel y sentía que en cualquier momento desbordaba de las lágrimas, casi que podía percibir una decepción desagradable que lo atravesaba de cuerpo completo. No sabía qué hacer en esta situación, solo quería llorar, correr hasta donde nadie nunca había llegado y empaparse con esa lluvia torrente que caía tanto como para sentirla en el corazón, en su magullado y atravesado corazón.

Quiso no haber escuchado esas palabras que se clavaban como filosas dagas entre sus órganos, pasaban por sus oídos y lo destrozaban peor que una bomba.

Por milésima vez en su vida, se sintió pequeño y hasta inútil se pondría a pensar él. Solo miraba a un punto fijo sin tener ni idea de qué hacer, los otros se habían ido a dormir y Spider pidió estar en soledad para descansar del largo viaje que había recorrido, que mentira, lo único que quería era romperse y que nadie lo viera. Su cabeza lo traicionaba y no podía evitar sobre pensar las cosas, miles de escenarios pasan por su mente y pareciera que en todos el mundo se cae a pedazos. Odia sentir las emociones de forma tan vívida en comparación con los demás, le disgusta sentirse débil por ser tan frágil emocionalmente. Nunca llora alrededor de las otras personas y menos en frente de gente cercana a él. La ansiedad en su interior solo logra que se estremezca de adentro hacia afuera de manera demasiado brusca, como una patada o hasta un escalofrío.

La presión en su pecho no lo dejaba ni respirar, apenas podía tragar saliva, su cuerpo temblaba a más no poder y su visión se empezaba a borrar poco a poco por lo que casi y ya no veía. Hasta podía sentir ese pequeño tic en el ojo que no lo abandonaba nunca, que molesto que le parece esa simple acción involuntaria. No creía lograr controlar sus movimientos, todo le recordaba a su casa en donde cada día eran peleas y gritos, no se encontraba seguro y cómodo con escuchar las cosas que se oían a solo unos pasos de él. El pobre no quería pasar por esto de nuevo, tal vez nunca se sintió recibido en esta casa o menos en la familia, pero lo único que siempre quiso fue sentirse en su lugar y definitivamente ahora se lo estaba repensando.