𝓛𝓪 𝓯𝓸𝓻𝓶𝓪 𝓭𝓮 𝓻𝓮𝓰𝓻𝓮𝓼𝓪𝓻 ° 𝓝𝓮𝓽𝓮𝔂𝓪𝓶 𝔁 𝓐𝓸𝓷𝓾𝓷𝓰

Un descanso de la realidad

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-Es que parecen mal educados ustedes- mi mamá bardea en la habitación del hospital, parece bastante enojada ahora mismo, aunque en el momento si estaba muy preocupada, supongo que después se le va a pasar

El tema es que no sé si ella se da cuenta que nos criaron ellos por lo que significaría que me crio mal. Tampoco como que le quiera responder, simplemente como que no sé la verdad, es algo para discutir, sin embargo ni a palo le respondo porque me quedo en el hospital por otra razón.

Aun cuando mi mamá me grita y el resto en la habitación me mira, solo puedo centrarme en ese chico apoyado en una pared a la esquina de la habitación, casi como si estuviera en penitencia. Él es lo único que puedo ver, que puedo entender en estos momentos porque sé que no se siente bien y yo tampoco, incluso en camilla con fisuras, esguinces y casi fracturas estoy seguro de que daría mi vida por verlo sonreír de nuevo ya que esto es mi completa culpa. Estaba tan enfrascado en volver que cuando escuché la voz de Tsireya me di cuenta de que este no era mi lugar, que estaba idolatrando tanto el mar y empezando a amar la Tierra de cierta forma, pero en verdad mi hogar se encuentra en el bosque, en mi aldea y con mi pueblo. Desearía que nunca nos hayamos ido, aunque eso signifique que nunca nos hayamos conocido.

Ver en sus ojos las casi lágrimas luchando por salir me hace pensar en lo de anoche e inconscientemente termino mostrando una leve sonrisa algo melancólica con cierta falta calidez. Creo que con su mirada me habla y cuando dejo de prestar atención al resto es cuando lo puedo entender completamente, como cuando llegamos a la aldea metkayina y la Tsahik del pueblo no nos dejaba entrar por lo que tuvo que convencerla el Olo'eyktan, Tonowari, para que dijera que sí.

- Perdón- sentí por su parte

- No pasa nada- logré responder a media sonrisa y un giro de cabeza, todo acompañado de un leve suspiro, estoy cansado

- ¿Todo bien?- noté su preocupación al instante, es obvio que está preocupado, no debería haberlo metido en esta situación

- Si- asentí con tranquilidad fingida ya que mi mirada solo se encontraba perdida y desolada antes de que él me hiciera un gesto positivo en respuesta para salir

Toda esta conversación de miradas me hizo pensar en lo tanto que nos entendemos, me hace recordar al Aonung que yo conocí, no pudimos pasar mucho tiempo juntos porque yo lo odiaba hasta ese día. Esa tarde frente al mar y acompañados por el océano de sus ojos, el arrecife brillaba y los peces rellenaban ese espacio mientras nuestras voces hablaban. Todavía lo recuerdo como si hubiera sido ayer...

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Habiendo pasado un par de semanas, llegó el cumpleaños de Rotxo. El grupito salió a ver una película y luego a tomar algo. De regalo se hizo un piercing con la plata juntada de todos, la verdad es que casi se tira a llorar, parece que había quedado sensible después de haber visto Barbie. Casi asfixia a todos en un abrazo grupal de la emoción, nunca había recibido un regalo de este estilo. Spider no quiso ir ya que sintió que desentonaría un poco, pero de igual mandó saludos de su parte porque sintió que el cumpleañero no era tan mala onda, de hecho, hasta le tiró unas miraditas en varias videollamadas de Kiri con el chico, es un poco metiche.

Disfrutaron mucho el tiempo juntos, ese día si se divirtieron como nunca y se podría decir que forjaron una amistad mucho más sólida. Neteyam se reía del como su hermana dejaba que Rox le dijera "mi esposa reina", era como si hasta le gustara, pero no se sentía como algo romántico ya que solo estaban pasando el buen rato, la situación era algo de buenos amigos, casi que de almas gemelas, encajaban como anillo al dedo el uno del otro. Lo'ak sintió que nunca había visto a la pelirroja tan alegre, con los cachetes inflados y rojos, las mejillas parecía que le dolían de tanto sonreír y la panza de reír a más no poder, uno diría que lucían como borrachos, lo cual era bastante divertido a decir verdad. El Sully que todavía conservaba sus trenzas se la pasó peleando con Aonung de una buena forma, incluso a Tsireya le gustó verlos llevarse aceptablemente, supo que por fin estaba en un lindo lugar, con sus amigos. La cercanía que tenían Rox y su casi algo, Lo'ak Sully, no fue tan incómoda o notoria como se suponía que se iba a ver, en realidad en la sala de cine se sentaron al lado, pero solo compartieron unas cuantas risas y comentarios, lo cual libró un poco a los dos de ese peso tan extraño que se llevaban. Y ni hablar de la "parejita" del grupo que los hacía parecer amigos de toda la vida, en comparación al dúo dramático que lucía como una pareja de casados de 50 años, que se estuvieron admirando cada segundo que los dejaban un momento en su mundo, fue algo gracioso de ver para el resto ya que era como si ellos no estuvieran allí en todo el medio, ni que estuvieran pintados. Todos se rieron cuando Aonung contó que cuando eran chiquitos con Reya su papá les decía que si se portaban mal iban a venir el Masiosare y el Malamen para comérselos, qué Señor de la bolsa ni que Coco, la mejor forma de criar a un niño es esa sin duda, ni Eywa los podía salvar con esas malas vibras. Sin embargo más graciosas las historias de Rox acerca de los fantasmas que parecen vivir en su casa, como él dice "aquí espantan" nunca mejor dicho. Gracias a la advertencia ya sabe la gente que por ahí no hay que pasarse porque casi que te rajan.