Capítulo XVIII. De vis à vis.

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Año 1519, Joseon.

Aposentos privados del Rey, zona central del Palacio Real de Changdeokgung, 3er año del reinado del Rey Choi TaeHo, El Grande.




—Majestad— el Eunuco Han se hizo oír desde el exterior, al otro lado de la puerta —La Dama Gong está aquí y solicita verlo.

Curioso, por la presencia de la mujer, TaeHo apartó la mirada del inventario de la armada que estaba revisando para centrarla en las puertas.

—Que entre— ordenó sin pensárselo a pesar de lo tarde que era.

Sabía muy bien, que si la mujer había dejado el Pabellón del Loto cuando él había ordenado lo contrario, debía de tratarse de un asunto en verdad muy importante.

Las puertas se abrieron un segundo más tarde y la Dama Gong ingresó al interior, hizo reverencia y se arrodillo frente al Rey.

—Su Majestad. Lamento interrumpir su descanso, pero necesitaba hablar con usted urgentemente.

—¿A ocurrido algo con MinTae o con el niño?— pidió saber el Monarca de inmediato.

—No— la Dama negó rápidamente con la cabeza, para disipar cualquier inseguridad del hombre —Ambos se encuentran en perfecto estado señor, sin embargo, hay una cosa que debo mostrarle.

—Entonces, ¿de qué se trata? ¿Qué es tan importante como para dejar su puesto y venir aquí?

La Dama Gong levantó parte de sus ropas superiores del frente y sacó de ellas una pequeña caja envuelta de manera bastante precaria, en satín azul. La misma que dejo cuidadosamente sobre el suelo, frente al Monarca, para que este mismo pudiese verla a detalle y con precisión.

—¿Qué es esto?— indagó, curioso y extrañado.

—Un presente que la Reina le envío al Noble Doncel Min luego de que el anuncio de su embarazo, se hiciera público, Majestad— respondió Gong a la brevedad.

—¿Y cuál es el problema, aquí?— TaeHo enarco una ceja, sin entender a lo que la mujer quería llegar —¿No es acaso normal, que la “madre del reino”, haga este tipo de cosas?

—Lo es, Majestad— aceptó la Dama, pero de inmediato abrió la caja para que el Monarca viera su contenido y con ello poder explicarse mucho mejor —Estás son hierbas medicinales. Por lo regular, los médicos las usan para fortalecer la salud del gestante y el desarrollo del bebé.

—¿Por lo regular?— el Rey, con ese sentido agudo que poseía, no se pudo pasar por alto aquellas palabras y su trasfondo.

—Sí, por lo regular…— Gong asintió —Sin embargo, muchas hierbas que son usadas en la medicina, tienen más de un solo uso y fin. Las hojas, flores, tallos y las raíces, tienen propiedades distintas entre sí… También muchas de ellas, se mezclan para poder crear medicinas muy específicas.

—Estoy al tanto de ello, Dama Gong. Existen muchos libros que hablan de esto, pero sigo sin poder entender cuál es el punto— sentenció el mayor —Así que le pido que sea más directa.

—Majestad, dentro de esta caja, hay una hierba qué es muy parecida a la raíz usada para fortalecer el corazón y ayudar con el flujo sanguíneo. Pero, no lo es. La raíz que hay en la caja es similar en color y forma, pero tiene un par de protuberancias “atípicas”— se explicó la mujer.

—¿Qué quieres decir?

—Quien no tiene el conocimiento de ello, puede confundirlas y considerar que son las mismas, su Majestad. Un error que no se puede cometer bajo ningún motivo, porque puede llegar a ser muy peligroso.

An Arrogant Prince [2min] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora