batalla final

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Sin aviso previo, todos sus enemigos fueron corriendo hacia ellos, con una reacción rápida esquivaron sus golpes con las espadas. Erick y dos gatos más (Joeel y Karl) fueron tras Gato, mientras que Alma y Kristen  fueron por Kitty ( la subestimaron, demasiado para su favor diría yo)

Con un salto hacia atrás, Kitty esquivó los ataques de Kristen (fujitiva de la ley por robo a un antiguo país) sin mucho esfuerzo esquivaba a la par los golpes de Alma, quien por ahora estaba desarmada. Con  su espada, Kristen trató de lastimar a la bicolor por el estómago, ataque totalmente desviado por Kitty, quien con su filosa arma, pudo desarmar a la contraria, quedando su pertenencia en los pies de Alma.

Lo pensó dos y tres veces, ella nunca había empuñado una espada, no era tan ágil con ello, sin embargo, pensó en la posibilidad de matar a la ojiazul y poder quedarse con lo que más deseaba, sus anhelos y expectativas llegaron al tope, sin poder pensar claramente que su rival era una de las ladronas más ágiles en todo el mundo.

Kitty: — Tómala — Alma subió la cabeza luego de ver la espada a sus pies — ¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? — río en lo último.

No, definitivamente ella quería lo que Kitty tenía y este era su "momento" para quitárselo.

Alma: — A ti nunca.

Mientras que por otro lado, la pelea de los tres machos estaba en otro nivel, Gato esquivaba y esquivaba, de vez en cuando atacaba, pero se le era muy difícil el poder competir con otros dos espadachines de élite, necesitaba refuerzos; con solo una distracción podría tener la ventaja. Al luchar, sintió como sus deseos llegaron a el.

Kitty apareció detrás de Joeel (pareja de Kristen) y lo empujó fuertemente callendo hacia el suelo. Joeel al notarlo trató de levantarse rápidamente, pues Gato se aproximaba a él mientras que Kitty distraía a los felinos restantes. Su esmero por levantarse se fue a la borda cuando Gato llegó firmemente y lo apuntó con su espada, asustando al contrario quien no sabe dónde calló su arma.

Joeel: —O-oye, t-tu tienes hijos, v-verdad? — preguntó con voz temblorosa, cosa que llamó la atención del atigrado — T-te juro que no me vuelves a ver si me perdonas la vida, tengo un hijo esperando en casa, me necesita a mi y Kristen — ya estaba cerca de derramar las lágrimas.

Gato se quedó pensativo ¿Debería tener piedad? El sabía el dolor que se siente ser huérfano, pero sobre todo, el dolor de alejarte de tu hijo, miro a Joeel y Kristen por última vez, dejo de apuntar a Joeel y con una voz amenazadora dijo:

Gato: — Te juro que si te vuelvo a ver en mi vida, te mato — Joeel sonrió con agradecimiento — lárgate antes de que me arrepienta¡AHORA! — sin más que pensar Joeel y Kristen fueron corriendo a la puerta para salir de aquel lugar, mientras que Erick y Alma se retorcían de odio por aquella traición.

Erick: —¿Ahora juegas así? Que compasivo te hizo ser padre — dijo entre risas mientras aún peleaba contra Kitty.

Gato: — Tengo mis motivos — dijo a secas, pero ahora solo quedan tres — rió — veamos cuánto resistirán — miró a la ladrona ojiazul con ojos de cómplice.

***

Burro: — No entiendo — suspiró — nos arriesgamos para rescatarlos y luego nos dice fuchi — hablaba indignadamente.

Perrito: — Pero ambos tienen un gran orgullo, creo que es normal que quieran resolver lo último solos sin arriesgarnos — su tono era pasifico, tratando de tranquilizar a su amigo.

Shrek: — De hecho, para ellos su prioridad era rescatar a Estrella — procedió a mirarla en sus brazos — era lo que más les preocupaba — los dos cuadrúpedos se quedaron razonando aquellas palabras, Burro las entendió, después de todo, a pesar de ser alguien "infantil" también hubiese hecho lo mismo por sus hijos.

Shrek: — Ahora regresemos para informar a los demás lo ocurrido y estar alerta — asintieron sin más que decir.

***

En juego estaban, Gato, Kitty, Alma, Erick  y Karl. Eran tres contra dos, ¿Difícil? No tanto para dos grandes leyendas que marcarían historia, sin embargo, les incomodaba el hecho de un "extra" en el enfrentamiento, querían de una vez por todas destruir a Alma y Erick solos, por lo que su ego los llevó a querer eliminar primero a Karl, quien ya estaba con los pelos de punta al ver los magníficos luchadores que eran sus contrincantes.

— Sabes, hace tiempo que no me enfrento con novatos — hizo referencia a Karl — ¿Puedes encargarte de dos? —dijo "inocentemente"

— Yo quería pelear con el — suspiró — pero bueno, te concederé el honor, mi Reyna — guiñó el ojo.

El sonrojo de la bicolor fue involuntario, hace tiempo que ya no escuchaba ese lindo apodo por parte de su marido. Le agradaba.

No esperaron mucho, Gato se llevó por un lado a Erick y Alma, no se le resultaría difícil, era como pelear con una persona, pues evidentemente, Alma sería incapaz de dañar a "su amor" por lo que sus ataques eran contenidos en un 95%.

Kitty peleaba con Karl, era algo raro para el recientemente mencionado, al contrario de el, la ladrona parecía divertirse, era engañado en múltiples veces, su espada era incluso más rápida que la de el, parecía que tenía vida propia, pero ese no era el problema, hasta ahí el lo podría sobrellevar, el inconveniente era su agilidad, podía saltar, rodar y muchas cosas más con facilidad, quedando en una gran desventaja. Poco a poco fue cansándose, ya no podía más, así que la bicolor aprovechó ese momento para patearlo y que Karl fuera directamente al piso. Kitty se acercó para ver la situación de su rival y se dio con la noticia de que estaba desmayado, su energía había Sido completamente agotada. Kitty había ganado el duelo.

Al notarlo, Gato sonrió orgullosamente, tenía ganas de salir de esa posilga y gritar a todo el mundo lo increíble que era su esposa.

— Listo, ahora sí estamos los cuatro — dio la vuelta a su cuello escuchándose un crujido — Den lo mejor de ustedes — advirtió sin ningún cansancio en ella.

Un leve escalofrío se presentó en Alma, ¿De verdad podría enfrentarse y ganar a Kitty Patitas Suaves? ¿Aún sabiendo que su nivel era tan alto? Eso no lo sabia, pensaba en apartarse por segundos y pensar en algo que le ayudara, sin embargo, ni siquiera pudo reaccionar al golpe en la mejilla que recibió por parte de la bicolor, quedando a punto de caer al suelo

— ¡Oye! ¡Si de verdad quieres pelar, hazlo bien! — amenazó Erick quien ya estaba peleando espada a espada con el atigrado.

Alma lo vió de reojo y arqueo sus cejas, acción que Kitty recibió con gracia.

— Ten en cuenta a tu compañero — guiñó el ojo y ahora sí ocasionó que Alma cayera directo al suelo.

Alma enfureció completamente, no espero que el golpe se aliviará y se levantó firme con su espada, aún sin saber manejarla corrió el riesgo y fué directo a Kitty, con el gran deseo de acabar con la vida de la bicolor.

Comencemos de nuevo, mi amor(segunda temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora