sinopsis

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— no creo que sea correcto que sigamos  juntas,Lena.— dijo la rubia,Quién deseaba no haber dicho lo que dijo. Kara bajó su cabeza para ocultar las lágrimas que comenzaron a bajar por sus mejillas. 

— Kara. — la ojiverde la tomó del mentón e hizo que la mirase. — no puedes decirme esto; no después de todo lo que hemos pasado para llegar hasta aquí.

— Lena, ya no puedo seguir mintiendo a mis padres. 

Lena y kara llevaban una relación oculta a la familia de ambas desde hace cinco años. 

— ¿creés qué a mí me gusta mentirles?!— preguntó la ojiverde, con lágrimas regadas por sus hermosas mejillas. — pero lo seguiría  haciendo si eso significa tenerte en mi vida. —La ojiverde apartó sus manos del mentón de su novia y tomó sus manos. 

Los padres de Lena y Kara son católicos conservadores, por lo que a las chicas no les quedó otra opción más que ocultar su relación.

— Mi madre quiere que me una al convento junto con Alex. — notició Kara,  desorientando a Lena. 

— ¿tu? ¿en un maldito convento? —rió— no sobrevivirás ni dos días allí, Amor mio. 

— Tienes razón. No sobreviviría en ninguna parte sin ti a mi alrededor, Lena.—confesó la rubia. 

—pues... ¿qué haremos entonces? Dejarte ir no es una opción para mi. No voy a perderte Kara. —reconoció. 

Kara suspiró amargamente y bajó su mirada a los dedos entrelazados con los de Lena. 

Miles de recuerdos golpearon a la mente de la rubia: Su primer cruce de miradas, su primer sonrisa, su primer beso, sus primeras caricias; su primer vez juntas; sus viajes escapándose del ojo acusador de los fieles, aquellas noches sin dormir pensando en Lena y en cuanto la amaba. Ahora todo tenia sentido : Así como ella salvó a Lena de suicidarse, Lena la salvó a ella de la cárcel mental en la que se encontraba. 

Lena lo era todo para Kara. No podía permitirse dejarla ir; correría el riesgo de ser exiliada del pueblo, aquel pueblo en el que se habían quemado mujeres y niños 

por la mera acusación de que éstas practicaban brujería.

Pensándolo bien : Les estarían haciendo un favor al exiliarlas, pensó Kara. 

La voz de Lena llamando a su nombre la sacó de sus pensamientos y la rubia levantó su mirada, para encontrarse con los hermosos ojos color esmeraldas de su novia. 

— lucharemos por lo nuestro,. Lucharé por ti, Lena luthor. — dicho eso, la besó.

 — dicho eso, la besó

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ENTRE ROSAS Y ESPINAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora