Sólo una vez más

¿Porque duele tanto?

¿Has cocinado tu?— pregunta Serkan

No... no soy muy buena en la cocina Serkan...— dice ella riendo.

Vaya... sabia yo que no podías ser perfecta— sonríe Serkan sin soltar sus manos y sin dejar de jugar con sus dedos.

¿Hay algo que te preocupa?— pregunta Serkan.... Kemal esta bien y tu también, gracias a Dios.

No, será el susto e lo de ayer, esta mañana me han llamado de la policía y he tenido que ir. Pero ya está si él está bien ya está.— dice Eda.

No hablan mucho, se miran y se sonríen. 

Llevan como una hora juntos cuando Eda se decide a cambiar de tema.

Efe me ha propuesto ir a Italia antes....— dice Eda.

¿Antes?¿cuanto antes?— pregunta Serkan.— Si habia algo... tus ojos no engañan Eda....

La semana que viene... pero le he dicho que no.... Quiero quedarme contigo.... Haré el máster cuando empiece...— dice Eda.

Serkan suelta su mano.— ha visto lo que vales..... no es tonto... y es muy buen ojeador... ¿que te ha propuesto?

El jardín de Villa Borguesse...— dice Eda que intenta coger la mano de Serkan de nuevo, pero el se pone de pie.

Es un trabajo importante...— dice y la mira con las manos en los bolsillos...— deberías decirle que si.

¿Que? Pero eso significaría apartarme de ti... dejarte...— dice Eda.— y no quiero dejarte. No ahora...

Pues deberías... estamos hablando de tu futuro Eda.— dice él.

Pero...— dice Eda que se ha puesto de pie para buscarle

No hay peros que valgan. Esto no es nada comparado con tu nombre y tu futuro...— dice Serkan— no pierdas el tiempo Eda, dile que si a Efe

Yo pensaba que tu también eras mi futuro pero quizás tienes razón..lo mejor es que me vaya y deje de agobiarte... no cuentes conmigo para el viernes probablemente este ocupada....— se acerca a Serkan para darle un beso en la mejilla. —Todo se tira Serkan...— dice señalando la intendencia, — he quedado con las enfermeras que lo que sobrara se lo podían quedar ellas.... A mi se me ha quitado el hambre.— dice ella aguantando como puede las lágrimas que pelean en sus ojos.

Eda se va y Serkan se acerca a la ventana para mirar a ningún lado, de repente todo es oscuro. Sale de la sala y tropieza con una enfermera— pueden repartirlo todo. — se mete en la habitación y se sienta en el sofá con los codos en las rodillas y ocultando su cara en sus manos.  Y entonces siente como algo en él se rompe y llora.

Eda ha salido del hospital sonriendo hasta que llega a tío y con las manos en el volante rompe a llorar. Ella no estaba equivocada, sabe que Serkan siente lo mismo que ella, se lo ha dicho con cada una de las condiciones de los acuerdos en los que ha cedido, cada vez que Serkan ha roto un muro,  en cada nunca que ha eliminado con ella. Ella lo ha sentido en cada beso, cada vez que le ha cogido de la mano, cada vez que se ha abierto a ella. Pero no basta. No pueden vivir el resto de su vida con acuerdos y condiciones.

Eda se va a casa con la convicción de que no puede paralizar su vida por una pelea contra condiciones unilateralmente. Si él las necesita ella no. Y Serkan tiene razón, en Italia esta su futuro, porque lo que pensó que era su sueño se queda en Estambul. No se rinde, solo aplaza la batalla.

Serkan no puede dejar de llorar, siente que no tiene consuelo, solo al lado de Eda se ha sentido libre. Sólo ella le ha hecho replantearse su configuración, solo con ella ha conseguido reconocer sus miedos y solo ella empezaba a hacer posible que se abriera a sus amigos y familia.