Seis

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Habían pasado días desde que Dream se refugiaba en la casa de Farfadox, y poco a poco las tensiones iniciales se dispersaron. La presencia del ángel ya no resultaba tan extraña, y ambos aprendieron a convivir en armonía.

Si es que podría llamarse así.

Cada vez que Dream atravesaba una habitación, su ala majestuosa parecía moverse con más gracia y ligereza. Había aprendido a cuidarla y mantenerla limpia, luciendo cada vez más imponente y resplandeciente.

Aunque aún existía una barrera de cautela entre ellos, sus conversaciones se hicieron más frecuentes y significativas. Farfadox no pudo resistirse a hacer preguntas con respecto a sus dudas sobre el ángel. Sin embargo, trato de evitar ciertos temas que pudieran romper la paz que habían logrado en la casa.

Dream, por su parte, también sentía curiosidad. Aunque se mostraba más reservado en sus respuestas a comparación de Farfa.

─¿Ustedes no tiene esos... aros en la cabeza?

Fue una de ellas, una tarde tranquila mientras comían en la mesa sus respectivosalimentos. Hizo el gesto con su dedo de un redondo sobre su propia cabeza para darse a entender.

Dream lo había mirado tan extraño cuando preguntó eso que lo hizo arrepentirse al instante. El tenedor de los fideos a medio camino de su boca se detuvo pensando qué decirle.

─No, I think not... Why do you think that?

─Noo... solo que por acá se tenia esa idea, que se yo. Ignorame.─Dijo avergonzado llevando la porción de carne a su boca y cambiando el tema rápidamente.

─Really? It's strange. ─Sonaba como si estuviera ofendido.─I mean, it's not practical at all! what would it work for? ─Siguió, el plato olvidado en la mesa mientras hacia ademanes con las manos imaginándose a sí mismo con ese detalle sobre sus rizos.

─¡olvídate de eso! Fue una boludez,─Dijo, exaltando al ángel del otro lado. Al instante se arrepiento de su tono.─O sea, hay libros que hablan de tu... especie, y las marcan con eso, nada más.─Cortó el tema ahí, no iba a especificar qué libros eran para no meter más leña al fuego. No sabía si era consiente de las creencias.

Afortunadamente pareció calmar la histeria del ángel ante su respuesta por cómo quedó callado pensando algo, fueron segundos silenciosos de tensión hasta que prosiguió a seguir comiendo los fideos con salsa especialmente hechos para él con tanto entusiasmo.

Él sabia que no estaban muy buenos, pero hizo el intento de hacer un plato decente, no acostumbrado a la cocina más allá de las carnes que necesitaba.

Farfadox lo miraba desde el otro extremo de la mesa, no era tan larga pero tenia un espacio prudente. Desde ese lugar podía contemplar más la cara del chico, esos rizos fueron pronunciandose con el tiempo y brillaban en su opacidad.

Él portaba más color en su cuerpo, notó. Su piel ya no era tan pálida como la de un muerto y lucía más saludable. Sus cicatrices habían sanado y no necesitaban más mantenimiento, solo la del torso seguía en vigilancia por lo grande que era, pero en general estaba completamente curado y listo para vivir sin problemas como uno más.

Como si fuera un híbrido normal bajo la ropa robada de Gian. Esperaba que nunca hiciera de su presencia para pedirla de vuelta.

Y aunque no podía evitarlo, su cabeza se dividía en muchas cosas, entre ellas estaban las constantes preguntas sobre qué tipo de cosas habría experimentado Dream para perder esa vitalidad en su rostro.

Ángel • Farfadream Donde viven las historias. Descúbrelo ahora