02-¿Qué paso ayer?

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Si alguna vez, Olivia había sentido el más mínimo respeto por su jefe, hoy se había acabado.

No por el hecho de que tuvo que soportar los gritos de una mujer semidesnuda y despechada, al intentar sacarla de la habitación. Ni mucho menos por tener que haberle dado un cheque de mil dólares para que se fuera.

Eso ya era parte de su rutina.

Si no más bien, porque tener a Carlos justo enfrente de ella, desnudo, con un par de gafas y bigotes dibujados en la cara, con lo que ella esperaba fuera marcador permanente, era la cosa más humillante que hubiera presenciado en toda su vida.

La chica no pudo evitar reírse a carcajadas del madrileño una vez que la acompañante de este se fue.

—Pero que paso Carlitos, ¿acaso ya no vez bien y por eso necesitas gafas?— dijo la chica, mientras se carcajeaba hasta quedarse sin aire, y con su celular le sacaba fotos. —Me hubiera dicho señor, si lo hubiera sabido, habría sacado una cita en el oculista, aunque debo admitir que ese modelo de lentes le queda muy bien.

—No son los lentes, soy yo —hablo el cuerpo de Carlos.

Olivia saltó del susto, provocando que callera de espaldas.

—En igual de burlarte de mí, mejor ayúdame ¿Dónde estoy? Y ¿Cómo me encontraste?—dijo Carlos con voz adormilada y sin abrir los ojos. —Si mal no recuerdo estaba huyendo de ti Psicópata encierra jefes.

— ¿Desde cuándo estas despierto?—Dijo Olivia mientras se paraba del suelo y cruzaba sus brazos.

—Desde que abriste la puerta, eres muy ruidosa. — contesto Carlos mientras se frotaba los ojos y se sentaba en el piso. — ¿Por qué estabas vestida de mucama?

—Si está despierto desde hace media hora ¿Por qué no se movía? Hubiera sido cortes que se despidiera de su acompañante. Después de todo supongo que anoche se conocieron muy bien.

— ¿Celosa? —Dijo el madrileño mientras se paraba por completo del piso, y se ponía frente a frente con su asistente. —No tienes porque, tú eres la única chica que controla todos mis días, noches y algunas veces mis sueños— susurró el piloto en el oído de Olivia.

Qué asco, pensó la chica, mientras un escalofrío recorría su cuerpo.

—Señor, eso es muy inapropiado, no debería decir ese tipo de cosas, si alguien lo llegase a oír podría malinterpretar la situación.

—Uuuu, ¿Ya volvimos al trato profesional? Si no mal recuerdo fuiste tú la que hace solo un momento me llamo Carlitos y se burló de mí. Eso no es muy profesional de su parte Olivia.

Si la chica pudiera matar a Carlos, ahora mismo estaría organizando su funeral.

—Una disculpa señor, eso no fue muy profesional de mi parte.

—No hay problema, un poco de humor no tiene nada de malo. Lo único que me importa ahora es saber en dónde rayos estoy y porque aún no ordenas el desayuno. Muero de hambre— dijo el madrileño mientras se alejaba de su asistente y se dirigía al cuarto de baño de la habitación.

En cuanto Olivia desapareció de la vista de Carlos, a este se le cayó la máscara de seguridad e insolencia que usaba siempre que hablaba con su asistente, y comenzó a sentir un poco de arrepentimiento. Solo un poco.

La noche anterior no había sido para nada como él la había planeado, todo se había salido de control muy rápido y no pudo hacer nada al respecto.

Él solo quería escapar un rato del asfixiante control de su niñera, pero el alcohol lo había orillado a hacer cosas de las cuales no estaba muy orgulloso. Pues a pesar de que su asistente no era su persona favorita en el mundo, sabía que por las tonterías de él, ella se metía en problemas con su primo.

With love Olivia (Carlos S. Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora