03.2-La cruda verdad (parte 2)

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Azules

Sus ojos eran de un intenso azul mientras veían fijamente a Carlos.

Esta era una sensación nueva para el piloto, pues nunca, jamás, ni en sus peores pesadillas Carlos había pensado siquiera, que los ojos de su asistente eran hermosos.

Claramente eso había cambiado esa noche.

Eran pasadas la 2 de la mañana y hacía ya rato que todos se habían ido a dormir, o por lo menos eso había pensado Carlos cuando quiso bajar por un vaso de agua.

 Sin embargo ella estaba ahí.

Sentada sobre la barra de la cocina, viéndolo fijamente con esos hermosos ojos azules.

— ¿Qué haces despierta a esta hora?— pregunto el piloto con un tono divertido, tratando de aligerar el ambiente.

No hubo respuesta alguna, tan solo un intenso intercambio de miradas.

Sin poder evitarlo Carlos se acercó cada vez más a la barra de cocina solo para encontrarse con un pequeño y extraño detalle.

Ella llevaba puesto un liguero camisón de seda negra.

Era precioso, pero muy raro; pues siempre, sin importar el lugar o evento que tuvieran, Olivia  dormía con pijamas de Scooby-Doo.

—Oli ¿Estás bien? ¿Te pasó algo?— pregunto Carlos preocupado por el extraño comportamiento de la chica.—¿Por qué estas vestida así?

De nuevo no hubo respuesta, solo una intensa mirada.

 Ni un solo movimiento, ni una sola palabra.

Tan solo, él, ella, su silencio y sus miradas.

Pasados uno segundos, la densa densa atmosfera que se creo a su alrededor, provocó que  la preocupación del piloto se transformara más en una curiosidad. 

Pero antes de que Carlos pudiera hacer o decir cualquier otra cosa, para averiguar que pasaba, Olivia bajo de la barra y se acercó lentamente hacia él.

Con cada paso que daba, su embriagador perfume envolvía cada vez más al piloto, provocando que sus sentidos se adormilaran.

—Olivia— quiso decir Carlos, pero no pudo siquiera pronunciarlo. Tan solo formo la palabra sin aliento alguno.

En ese momento Olivia llego justo frente a él y como si los labios de la chica fueran un imán, Carlos no pudo evitar acercarse a ellos.

—Oli— volvió a repetir el chico, solo que esta vez con un tono ronco y brutal, capaz de desarmar a cualquier mujer.

Tal vez fue el hecho de que no había dormido nada, o las pastillas que tomo para el dolor de cabeza, o simple y sencillamente tantos golpes en los entrenamientos ya le había dañado todas sus neuronas, pero Carlos no pudo evitar cerrar el poco espacio que había entre ambos labios.

El beso era intenso, muy intenso y nublaba todos los pensamientos lógicos del piloto.

Como por ejemplo: ¿Por qué rayos estoy besando a la insoportable de Olivia?

Pero sus labios eran frescos y suaves, además ella tenía un ligero sabor dulzón, algo parecido a la vainilla pero sin llegar a ser empalagoso.

Fue así que sin pensarlo mucho, Carlos se olvidó de todo, aferro sus manos a la cintura de la chica y sin mucho esfuerzo la llevo de nuevo a la barra.

<<Gemidos, sus gemidos son también hermosos>> pensó el piloto cuando fue recompensado con una mata de gemidos en cuanto la cálida piel de Olivia hizo contacto con la fría barra.

—Shh— atino a susurrar en el oído de Oliva— No queremos que nadie nos interrumpa ¿o sí?

Y con esas simples palabras, Carlos pudo notar que todo el control y comportamiento hermético que solía tener su asistente se desvaneció de una vez por todas.

Ella comenzó a halar su cabello y restregar sus caderas sin control en el piloto.

Las manos de Carlos tenían vida propia, se paseaban por todo el cuerpo de Olivia, sus brazos, sus hombros, sus pechos, y sobre todo deteniéndose especialmente en el interior de los muslos de la chica.

Carlos— jadeó Olivia en cuanto uno de los dedos del piloto acaricio su centro.

—Esta mojada— dijo Carlos con una sonrisa arrogante, mientras recargaba su frente sobre la frente de Olivia. — ¿Sabes que es lo que más he deseado en estos últimos meses?

— ¿Qué?— contesto la chica en otro jadeo, cuando el dedo de Carlos comenzó a estimularla.

—Desearía que no fueras mi asistente —declaro el piloto mientras  dirigía sus labios a los erectos pezones de la chica.

— ¿Por qué?— pregunto esta mientras dejaba caer su cabeza hacia atrás, solo disfrutando de la boca y los dedos de su jefe.

—Porque así podría cogerte no solo en mis sueños..

—CARLOSSS, que bajes a desayunar, maldita sea— grito Caco, provocando que el chico finalmente abriera sus ojos y despertara de su sueño.

<< Santa Madre ¿Qué carajo?>> pensó Carlos una vez que se dio cuenta de lo que había soñado.

(...)

Holi ¿Cómo va su vida?

Se que llevo años desaparecida, pero todo a sido un poco caótico en mi vida en las ultimas semanas. Perdón por no haber actualizado antes.

Debo aclarar que este no es un capitulo como tal, es más un extra del capitulo pasado. Por lo tanto esta semana habrá otra actualización. 

Recuerden votar y comentar.

Hasta la próxima, con cariño Kali 

 

With love Olivia (Carlos S. Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora