09-Son como niños

52 12 0
                                    

Si de algo estaba segura Olivia, era de que esa vaca era un zombi y por lo tanto el animal más rápido en toda la tierra, o tal vez, ella solo no tenía nada de condición física, lo cual era realmente extraño tomando en cuenta que su vida consistía prácticamente en correr de un lado al otro.

Si la castaña no hubiera estado tan concentrada en tratar de no morir mientras corría tras la vaca, Carlos ni hubiera tenido la oportunidad de tomarla del brazo a unis 20 metros de comenzar a correr.

—Parece que a alguien le hace falta un poco de condición física— argumentó antes de sujetarla con una fuerza impresionante y de alguna extraña manera (dada por su increíble condición física), colocar todo su cuerpo sobre su hombro izquierdo, levantándola del piso y volver a llevarla hacia el auto.

—¿Qué rayos pasa contigo? Bájame en este mismo instante —Gritó la asistente, al mismo tiempo que intentaba golpear con sus puños la enorme espalda de Carlos.

—¿Qué rayos pasa conmigo?—repitió el piloto muestras seguía caminando con ella entre sus brazos — ¿Qué pasa contigo? Acabas de correr tras una vaca posiblemente alterada genéticamente, justo después de tener el peor intento de pateo en las bolas que haya presenciado en mi vida.

—Claro que no, mi patada fue excelente, entrené karate desde los 5 años, tus bolas han de ser las defectuosas—Se defendió la chica— Además ¡BÁJAME, no soy un costal de papas!

—No, claro que no, solo eres una psicopata.—Exploto el chico—Como se te ocurre correr como desquiciada a mitad de la nada, sin importarte el peligro que corres al perseguir una vaca recién atropellada por un Ferrari, eres una loca que intento golpear a su novio falso, al cual a estado intentando provocar toda la noche, con la esperanza de que rompa su contrato; no creas que no me doy cuenta de todas tus intenciones, te conozco como la palma de mi mano, incluso si eso suena imposible o tu creas que no te pongo atención, yo siempre te miro. —En su arranque de ira, había quedado expuesto, lo noto por la rigidez en el cuerpo de Olivia al terminar su cátedra. —Además— Intentó agregar con la esperanza de no quedar tan expuesto ante su asistente— Soy tu jefe y firmo todos tus cheques, y creo que por este desplante de niña inmadura, te descontaré 100 euros.

Carlos sabia que esa última parte, provocaría que Olivia prestara toda su atención en ella y se olvidara instantáneamente de todo lo demás.

—No soy una psicopata— Refutó con un tono altanero— Eso de los cheques suena como un chantaje ¿Acaso me estás chantajeando con no pagarme?

<<Bingo>> pensó el madrileño.

—No, solo te estoy avisando que recibirás un descuento este mes, por mala actitud en el trabajo—Argumento solo para seguir con la discusión que había iniciado a propósito y al mismo tiempo acelerando el paso de su caminata.

—Yo no tengo mala actitud, solo estaba poniéndonos a salvo de una situación incómoda para ambos, por eso corrí antes de que, ya sabes...

—No, no lo sé, ¿Te refieres a antes de que por primera vez en mil años, hicieras algo que de verdad querías?—Exploto el chico al entender a lo que su asistente se refería—Tu y yo sabemos que si en ese mismo instante hubiera metido mi mano entre tus bragas, estas hubieran estado empapadas, también lo querías, podía verlo en tu ojos.—Se defendió.

—En primer lugar, tu no podías saber si yo lo quería o no—dijo la chica, con ahora un más notable tono de molestia— y aunque lo fuera, eso no te da derecho a descontarme 100 euros de mi sueldo solo por acuñar mi libre albedrío y salir corriendo. O ¿Acaso ese descuento me lo quieres dar por qué no fui tú trabajadora sexual? ¿Es eso acaso?

—¿Qué? Claro que no—Refutó Carlos alarmado—No soy ese tipo de persona ¿Quien crees que soy?—Al terminar sus palabras, el madrileño cometió el terrible error de girar un poco su cabeza para continuar con la discusión y defender su honor, solo que el giro se dio justo en la dirección en donde el redondo trasero de Olivia quedaba expuesto.

La asistente seguía discutiendo, Carlos podía escuchar como su voz se mezclaba con el ambiente, pero él, ya no comprendía ni una sola palabra de lo que salía de esa bella boca, aunque si alcanzo a percibir algo sobre una demanda por no pagarle lo estipulado en su contrato así como acoso laboral.

Tal vez si no lo hubiera tenido tan cerca, si Olivia hubiera dejado de parlotear, si ella no oliese tan bien, o si ese vestido morado no se ajustara con tanta perfección a sus bellos muslos, su mano derecha no hubiera tenido vida propia.

Nunca, jamás, en todos los años que había existido en este mundo, su cuerpo había sucumbido a ninguno de sus impulsos.

Incluso en sus momentos más carnales, había tenido la fortaleza suficiente para pensar en los personajes de Mario kart y enlistarlos, solo para no venirse antes de tiempo.

Pero justo esa noche mientras su asistente discutía sobre acoso laboral y lo acusaba de un millón de cosas no dignas de un caballero, todos sus sentidos estaban al límite, su mano tenía vida propia y en el momento en el que Olivia dijo algo sobre odiar hacerle trabajos sexuales, ya no pudo más, su mano no pudo más y simplemente fue a parar en su trasero, en una ruidosa nalgada.

Carlos detuvo por completo su caminata, Olivia soltó un pequeño gemido y luego de eso.... Nada, un total silencio los envolvió a ambos.
Ella seguía colgando de su hombro, pero ya no emitía ni un pequeño sonido.

<<Estoy loco, enfermo mentalmente, bendita sea la FIA, ¿Qué carajo acabo de hacer>> Pensó con premura el chico.

Hasta que como por arte de magia, el bolsillo derecho del pantalón de Carlos empezó a vibrar, indicando que tenía una llamada entrante.

Aún desconcertado y guiado solamente por la costumbre, tomó su teléfono y contestó la llamada.

—¿Bueno? Carlos, soy Caco, aborta la misión, la fiesta se salió de control y acaban de arrestar a Charles por exceso de ruido en una vía publica, lleva a Oli a su casa y tú ven directo a casa en cuanto puedas.

Carlos se quedó totalmente callado, escuchando solamente la voz de su primo, que no paraba de parlotear.

—¿Carlos? ¿Estás ahí? Contesta.

Al escuchar su nombre, el piloto salió de su trance y un malévolo plan se formuló en su mente.

—Si, si, yo entiendo, que todo se salió de control y ahora no podamos regresar a ninguna de las 2 casas, ni ir a la fiesta, es una pena Caco, pero no te preocupes, llevaré a Olivia a un hotel y la mantendré segura, te veo mañana.

—¿Qué? Carlos ¿De que hotel hablas? Carlos espe...

Caco no pudo terminar de decir la frase cuando Carlos ya había colgado.

—La fiesta se salió de control— anuncios Carlos mientras guardaba su teléfono y bajaba a Olivia de su hombro— Caco me dijo que la casa está llena de paparazzis y que tenemos que pasar la noche en un hotel. Así que supongo que aún tenemos una larga noche por delante.

***

Holi, finalmente, casi después de un año estoy de vuelta en la plataforma.

Debo ofrecer una sincera disculpa a todas las personas a las que les prometí regresar antes. Atravesé por algunos cambios en mi vida en este año, en especial entrar a la universidad, por lo que ahora mis tiempos libres y de sueño se han reducido mucho.
No quiero abandonar esta linda historia, y más porque viene la mejor parte...
En la medida de lo posible actualizaré, juro que no volveré a abandonar la historia por un año🤣

Gracias por continuar con esta historia y leer el nuevo capitulo.

Con cariño, una autora muy apenada por no actualizar.

P.d: El capituló seguro tiene faltas ortográficas y de acentuación, pero lo corregiré pronto.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 29 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

With love Olivia (Carlos S. Jr.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora