Submit and Obey ¦ dekukatsu (omegaverse)

Capitulo 14

Volvió por quien lloraban 7u7
Con más traumas emocionales, eso seguro, pero estoy de vuelta 💪.

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Estaba sudando de los nervios, tanto así que sentía como si mi vestido picara y me axfisiara. Tenía que calmarme obligatoriamente por mi bebé, ya que no quiero arruinar mi día especial con una visita al doctor.

Se miro frente al espejo y se contempló.

Un fino vestido de seda envolvía su cuerpo, no traía demasiados detalles que lo hicieran ver tan cargado, y su velo; una reliquia familiar, posaba delicadamente sobre su cabeza junto a algunos broches que tenía en el cabello. No podía creer lo que veía en el espejo aunque fuera cierto...

Estaba apunto de casarme, y nada menos que con el hombre y alfa que había amado toda mi vida.

Estaba apunto de tener un gran cambio en mi vida, uno que jamás imagine.

Yo, conocido como un omega defectuoso por no ser sumiso, tranquilo y besar el culo de los alfas, el omega que todos juraban que se moriría solo... Estaba ahi, a momentos de ir al altar y unir su vida eternamente a su alma gemela.

Ja, en su cara perras.

Sonreí inconsciente mientras acariciaba mi vientre.

La puerta de la habitación se abrio, dejando ver a Shouto que se asomaba con su traje negro. Lo había elegido como mi padrino.

— Oye, todos te estan esperando. Midoriya tiene cara de querer morir — me reí, seguramente ese tonto cree que lo dejare en el altar.

Me di la vuelta y lo mire, desde hace tanto tiempo que lo conozco, por primera vez, lo vi sonreir.

— ¿Como me veo?

— Como el novio mas feliz del mundo — me respondió.

— Lo soy — afirmé, caminando hacia la salida — ¿Y bien? ¡Vamos! Tengo que amarrar ese alfa que me espera en el altar, Shouto.

Caminamos hacia la entrada, allí me esperaba la vieja, ella me llevaría durante mi marcha nupcial y me entregaría a los brazos de Izuku.

Shouto se coloco en su lugar rápidamente cuando las puertas se abrieron, y una linda sonata se comenzó a oír a medida que nos dirigíamos a altar, donde Izuku me aguardaba.

— No puedo creer que este día haya llegado — me dijo la vieja —. Siempre me llena de orgullo el que seas mi hijo, Katsuki, y él poder acompañarte en este momento tan importante de tu vida solo hace que sienta que realice mi vida al criarte de buena manera.

— Vieja... — sentí mis ojos aguarse, siempre era así cuando ella me decía que estaba orgullosa.

— Apartir de ahora estarás ligado a la vida de tu esposo, Katsuki, pero recuerda que siempre que nos necesites las puertas estarán abiertas para ti, mi cachorrito — finalizo cuando llegamos al frente de Izuku.

Frente a mí, él me veía como si fuese lo más bello en su vida.

— Señora Bakugou — saludo Izuku con respeto a mi madre.

La vieja me entrego a Izuku — Cuídalo, Izuku, es mi unico hijo, y si algo le sucede vendre por ti y te haré pagar cada lágrima que derrame.

Izuku sonrió ante la amenaza — Espero que nunca tengamos que llegar a eso.

— Espero lo mismo.

Una vez que terminaron de intercambiar palabras y estuvimos frente a frente, el cura empezó a hablar.

Seria mentira si dijera que escuché algo de lo que dijo, solo dije si las veces que debía hacerlo, yo estaba más ocupado observando a Izuku con ese precioso traje y en nuestras manos unidas.