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Bakugou no es una persona fácil de intimidar, digo, había vidido con el constante rechazo de su propia familia, los cuales se habían encargado de insultar su persona tantas veces que ahora un comentario de una persona sin importancia en su vida no le iba a mover el piso por supuesto que no pero apesar de esa fuerza aún no tenía esa seguridad completamente atada a el. Sus amigos sabían de su baja autoestima por lo que siempre trataban de recordarle lo bello y perfecto que era sin importar aquellos vacíos en lo que se refería alguien a "un Omega perfecto", Kirishima nunca perdió una oportunidad de decirle cumplidos todos los días esto obviamente se le facilitó debido a que ambos viven juntos.
Pero a pesar de aquel intento de sus amigos Bakugou nunca termino de llenar aquel vacío en el que su mente se hundía cada noche sin falta, ¿Por qué no podia cumplir con aquellos adjetivos de los omegas? Nunca se sintió como alguien digno de tener una pareja, ni siquiera una sexual pues su cuerpo era tan deficiente que no podría complacer a un alfa.
- Eres tan jodidamente hermoso, Suki~.
- Eres tan lindo, Kacchan~.
Eso fue hasta que complació perfectamente a dos alfas.
No es que mágicamente tuviera la suficiente autoestima que había perdido, para nada pero era jodidamente reconfortante saber que podía ser mas que un Omega defectuoso y patético, con ellos era un lindo, adorable y hermoso Omega sin importar sus miles de defectos, ellos parecían no verlos.
¿Cómo es que no los veían? ¿Estaban tan ciegos para no notar lo imperfecto que era? Su nula cercanía ante los cumplidos que le daban hacían sentir a Bakugou en un limbo de emociones estaba la parte hermosa donde se sentía libre y querido por alguien más que no era su amigo pero también estaba aquella voz que le decía que si comería un error una mísera equivocion todo se iría al demonio y aquellas bellas personas simplemente se irían pues estar con un falso y mentiroso no era algo agradable.
Katsuki tenia miedo, siempre tuvo miedo de perder a las pocas personas que eran amables con el, Mina, Denki, Kirishima, Sero y ahora sumados a su lista Deku y Todoroki.
No sabía lo que haría sin ese par de idiotas y para ser precisos en este mismo momento ni siquiera podía pensar en nada.
+18
- ¡Ah!~ mierda... - Katsuki sentía sus piernas temblar y su espalda doler como nunca, hace ya más de 3 horas que estaba con aquellos alfas en la oficina de Todoroki ya que se suponía iban a revisar unos papeles de suma importancia debido al anterior secuestro pero las cosas cambiaron de ambiente y ahora el pobre de Bakugou estaba acostado de espaldas en el escritorio de madera recibiendo mucho "cariño" .
- Aguanta un poco más ya casi acabo.
- ¡Mgh! No ya no puedo.
- ¡Kacchan! - Deku reclamaba un poco de atención, su pobre pene no estaba siendo atendido como le gustaría, así que sin importarle que ya no escucharía esos preciosos gemidos metió hasta el fondo de la garganta su falo.
