6. El verdadero problema

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Apenas Tzuyu entró al local, se sacó sus aviadores y se encontró con dos mujeres conocidas mirándola con la boca abierta.

- ¿Algún problema? - preguntó.



Tzuyu fruncía cada vez más el ceño de su cara al no obtener respuesta de las otras chicas, esto no le gustaba nada. Todas sus alarmas empezaban a sonar, ya había cedido la comodidad de su casa por obligación de su psicóloga, no quería perder su segundo hogar tampoco. La pelicastaña sacudió la cabeza y trató de tranquilizarse.

- ¿Que..que hacen aquí? - Les preguntó un poco nerviosa.

-¡MIREN ESTO! - Jackson se había levantado de su puesto y se acercaba al grupo - GRAN P NUEVAMENTE DEJANDO CHICAS CON LA BOCA ABIERTA - festejó caminando hacia Tzuyu - No te cansas de hacerlo ¿Cierto? - Le dijo riendo a la pelicastaña para luego aprovechar para abrazarla.

Todo para sana era algo absolutamente nuevo en ella, en un abrir y cerrar de ojos pasó de estar aterrada por una aguja clavándose en su cuerpo a estar intrigada por cada tatuaje en el cuerpo de la pelicastaña. Para nada consideraba atractiva semejante cantidad de dibujos en la piel de una hermosa persona, es más de hecho solía cruzar de calle cuando alguien así se le acercaba, pero en Tzuyu era otra cosa. Claro que el abrazo entre Tzuyu y el chico logro que sana no pidiera distinguir los dibujos, y empezó a preguntarse, porque la pelicastaña se alejaba de ella mientras que las otras personas podían abrazarla, no lo entendía. Justo cuando varias preguntas iban a salir de su boca, a la chica que había estado esperando en los sillones la interrumpió.

- Tzatang - Con una voz sensual y con un vaivén digno de admirar la mujer se acercaba a Tzuyu cuál depredador a su presa. El vestido apretado, y si le preguntan a sana, de estilo ramera, que usaba, nada dejaba libre a la imaginación - que lindo verte de nuevo- dejó un beso en la mejilla de la pelicastaña haciendo que la misma agachara avergonzada su cabeza, sana quiso sacarle de una cachetada la sonrisa de boba que puso ante la chica y restregarle con un trapo la cara hasta que se le saliera la pintura labial que la otra mujer le había dejado - ya te estaba extrañando - seguían los elogios.

La rabia de sana aumentaba a niveles inesperados. Un abrazo de un chico pasa, pero un beso de una descarada mujer ya era mucho ¿Porque todo el mundo tenía derecho de tocarla, si a ella se lo negaban?

Aún avergonzada, Tzuyu alzó los ojos hacia la chica.

- ¿Estás lista? - Preguntó de forma profesional - ¿Te preparaste como te pedí? - Al parecer el tatuaje de la mujer requería ciertas cosas de alguna determinada manera.

- Por supuesto - la mujer giró dándole la espalda a la pelicastaña - ¿Esto está bien? - para nada lenta, la mujer agarró el final de su vestido y lo levantó dejando ver una reveladora tanga. Apenas se veía una tirita de estampado de leopardo.

Sana sintió a Momo murmurar un "Dios mío" y no pudo evitar girar los ojos, un Silbido que provino de Jackson hicieron que los volviera a girar por segunda vez consecutiva y además hizo que la mujer que aún tenía levantado el vestido sonriera sin pudor. Pero la cara de tzuyu, que era el destino de la mirada de Sana, estaba totalmente inmutable. Miraba el trasero de la chica como Picasso debe haber mirado sus lienzos. Para la pelicastaña esa era su hoja en blanco.

- Perfecto - concluyó Tzuyu - Jennie - miró a la jovencita -¿Puedes acompañar a Hyuna a mi oficina? En unos minutos estoy ahí, ve preparando todo por favor - pidió con amabilidad para después volver hacia la mujer ahora vestida - Ya estoy contigo - le dijo.

La mujer le sonrió y se acercó aún más a ella - No te demores - susurró para nada suave y dio media vuelta para seguir a Jennie y para que ambas desaparecieran por la puerta que estaba en la pared del fondo.

'I am not for you | SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora