3. La Rarita

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Al día siguiente - en el departamento

-¡TZU! ¡TZU! ¡AQUÍ ESTOY! ¡VEN A MI! ¡VEN A MIS BRAZOS CORAZONCITO!- Dahyun entraba de golpe a su nuevo departamento con los brazos abiertos y pidiendo por la pelicastaña - ¡TZU! ¡AQUI ESTOY! ¡VEN Y DEJAME ABRAZARTE! - lejos de cesar con el pedido de cariño, Dahyun lo aumentaba. Eran pasadas las horas del mediodía y la sala del departamento estaba llena de todas las cajas que ellas mismas habían empacado pero que una empresa se había encargado de trasladar.

-¡DAHYUNIE- Momo llegaba detrás de la peligris con su mal humor de siempre, aumentando aún más, porque en sus brazos cargaba una de las cajas con "objetos importantes" que no pensaba dejar que los de la mudanza la maltrataran - ¡DEJA DE LLAMAR A LA RARITA!- Protestó - Ni la conoces. Cuando veas el aspecto que tiene, no vas a querer abrazarla - afirmó dejando la caja arriba de la mesita del comedor.

- Momo-ah no seas mala- la reprendió sentándose en el suelo para empezar a desempacar - Tu sabes, y tú mamá ya te lo ha dicho, que por más que nosotras seamos ultra millonarias, no podemos despreciar al resto de los normales- explicó a su forma. Uno de los primeros negocios de SM Enterprises había sido un colegio de danza que había quedado a cargo de la bailarina. Actualmente era una de las cadenas más prestigiosas de esos estudios - además, anoche tu misma me contaste que la persona que vivía aquí tenía cara de perrito- agregó.

- Si pero te dije cara de perrito aplastado por un camión que traslada tanques de guerra Dubu- la corrigió mientras trataba de llegar a la heladera de la cocina esquivando cajas.

- Pero un perrito al fin- Dahyun se quedaba con lo que quería- ¿Crees que sepa bailar Unnie? Porque sino yo podría enseñarle..¡YA SE! - ¡PLIMP! Idea- Podría hacer que vaya a mis clases!- una idea no tan buena.

- No me hagas reír Dubu- Momo ya había llegado a la heladera y la estaba inspeccionando con perfección - El único baile que debe saber esa tipa, es el del meneo que canta el rapero idiota ese. Y se lo debe haber aprendido de la cantidad de veces que seguramente un policía le ha ordenado que ponga sus manos al frente para poder esposarla. De paso también deberían haber llevado preso a ese tipo, por robar tanto tiempo con esa canción - no le alcanzaba el tiempo para quejarse - ¡DIOS! - El portazo de la heladera demostraba la intensidad del carácter de Momo- ni una cerveza tiene este cochino departamento - dijo- apuesto a que la rarita se emborracha a la noche con alcohol de cuarta. Vamos a tener que tener la heladera con llave Dubu..¿Contaste las cajas como sana lo pidió?- le preguntó la Japonesa a la chica con la cual mantiene una relación casual.

- Sip- Dahyun no dijo más y siguió sacando las cosas.

- ¿Y? - Momo quería un número.

- ¿Y que? ¿Crees que a Tzu le quedará bien este Tutú?- la peligris alzaba un tutú rosado que parecía haber sido usado por alguno de los hipopótamos de Disney en la película fantasía.

Justo cuando Momo estaba por insistir acerca del número de cajas, sana aparecía por la puerta junto con el jefe de la mudanza a su lado.

-¿Contaron las cajas?- preguntó sin indirectas y sin mirar a sus amigas, estaba más interesada en localizar a la gran castaña que no había podido sacarse de la cabeza en toda la noche.

- No te preocupes- la calmó momo- Al parecer la rarita no está. Estamos a salvo por ahora- agregó.

-Son 23 cajas Unnie- contestó la peligris desde el suelo.

- Están todas - dijo el hombre de la mudanza respirando tranquilo.

Apenas la pelinegra intimidante le había exigido que subiera con ella, para confirmar que hubiese llegado todo lo que ellas habían empacado, se había puesto nervioso.

'I am not for you | SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora