'I am not for you | Satzu

15.Que se ponga el saco a quien le quepa

En la fiesta de aniversario.

- ¿Me vas a dejar? - Sana había apartado a Mark un rato de la fiesta para hablar con él, necesitaba con urgencia resolver este tema cuanto antes y ponerse manos a la obra con Tzuyu. Al principio había pensado dejar que terminara la fiesta aniversario de sus padres pero el grupo de amigas de su madre estaban muy entusiasmadas con la pelicastaña y eso no le gustaba para nada, tenía que actuar cuanto antes - ¿Aquí en la fiesta de tus padres, con toda esta gente adinerada de testigo? - Era todo por las apariencias el chico.

- Mark - Sana suspiró - Tu más que nadie sabes que nosotros solo nos servíamos para mostrarnos, pero no la pasamos bien juntos - reconoció la pelinegra.

- Pero podemos intentarlo, o recurrir a terapia de parejas o no se, probar con otras cosas como swingers, trios o algo así - a alguien se le veía lo bisexual.

Sana se rió de la propuesta, no pensaba probar ninguna de esas cosas, ella lo único que quería era un trio con ella, Tzuyu y su enorme pene.

- Sabes que eso no es lo mío Mark - le aclaró - Escucha, jamás te dije nada de tus gustos sexuales por las chicas que prestan servicios privados, mucho menos te negué dinero, al contrario te mantuve todo este tiempo, porque me servías, pero yo no te amo, y jamás te podría amar - Sana pudo ver un destello de tristeza en el chico así que pensó algo para aliviarlo - Pero estoy segura de que hay alguien por allí que te va a amar de la forma que quieras - salió con lo mejor que pudo.

El chico se quedó pensando las palabras de Sana.

- Y si, la verdad que un poco de razón tienes también - lo admitió - Pero no puedes hacerme esto ahora, ¿no podemos esperar un par de meses al menos? - ofreció una opción.

- No puedo - Miró hacia donde estaba Tzuyu, en realidad hacia donde Tzuyu estaba siendo arrastrada por su madre, Lina iba mostrando y presentando a la pelicastaña ante distintos grupos con orgullo, y cuando la pelicastaña lograba escapar de su madre, aparecía Akira para llevarla con sus amigos. Sana sonrió, la cara de Tzuyu era algo que no tenía precio - Necesito que sea ya mismo - agregó con su vista aun en la pelicastaña.

- Ya veo - Mark había seguido su línea de visión y con una pícara sonrisa miraba a la pelinegra que volvió a prestarle atención al muchacho - A decir verdad estoy un poco aliviado, no tenía muchas ganas de mudarme a New York, tu sabes cuánto me gusta el sol...

- Y las mejores rameras están en Los Ángeles - agregó Sana desenterrando el secreto del muchacho.

- Oye - el chico levantó las manos libre de culpa - No fui yo quien lo dijo, Charlee Sheen y Huge Grant están de acuerdo conmigo - dijo - Además si pago no se quejan del tamaño como otras - acusó con toda la intención.

Sana tuvo que aguantar la risa en esto.

- Sabes que el tamaño no me importa - mintió, si Momo la hubiera escuchado no se la iba a dejar pasar.

- Voy a dejar pasar esa mentira porque me hace sentir bien y porque me preocupa otra cosa - había que pensar en el futuro.

- Dime - lo apuró Sana volviendo su mirada a Tzuyu. La pelicastaña había logrado escapar de sus padres pero lamentablemente cayó en las manos de Dahyun que inmediatamente se la llevó a la pista de baile y sin vergüenza alguna se refregaba sobre ella, Sana pensó que la pelicastaña estaba bailando de forma rara, lo que le combinaba a la perfección con su forma de ser, hasta que se dio cuenta que eran los temblores habituales en ella lo que la hacían moverse. La empresaria se tranquilizó cuando vio que su hermana rescataba a Tzuyu de la bailarina y la alejaba un poco de la multitud para que tomara algo.

Al igual que sus padres, Nayeon estaba al tanto de todo lo relacionado con Tzuyu, bueno, no del todo, pero aun así la mayor de las hermanas le había agarrado un gran cariño a la pelicastaña aun sin conocerla y cuando la vio, lo primero que le dijo a Sana fue "Tenías razón, con ese mirar, torcer y abrir ya te la quieres comer a besos"