48. S + T = X

172 18 1
                                    

Pocos días después - A metros de distancia del estudio de tatuajes de Tzuyu

- ¿PUEDES APURARTE PELINEGRA CUL...- la bebé en sus brazos la detuvo - COLA GRANDE SANAGAY? - Momo había sido la primera en abandonar su lindo auto para ir a la tienda de tatuajes. Sacó a su sobrina del coche de seguridad del asiento de atrás y empezó a caminar, pero se tuvo que volver cuando fue a decirle un comentario gracioso a su socia acerca de las horrendas calzas que estaba usando una mujer que justo cruzaba la calle enfrente de ella y se dio cuenta que caminaba sola. Caminó con furia y con Sully tambaleándose en sus brazos hasta el auto nuevamente, para encontrarse con Sana revisándose en el espejo por decimonovena vez en lo que iba del pequeño trayecto que habían recorrido desde la oficina hasta la tienda de tatuajes.

- Dame un segundo - pidió Sana sacando el maquillaje de su bolso para darse un retoque.

Momo suspiró y apoyó su frente en la ventanilla de Irene para luego besar la cabeza de Sully. La pequeña chupaba ansiosa su sonajero sin importarle cuanto se demoraba su madre. Momo pensaba quedarse calma y tener paciencia hasta que vio como su socia sacaba el peine de su bolso - Sana... Por el amor de Dios.... Por vigésima vez, te ves todo lo hermosa que alguien tan cul... de cola grande como tú puede verse. La rarita va a estar babeando por ti, aunque uses una bolsa de papas y te maquilles como una pu... como una mujer de la calle, que por cierto es lo que pareces ahora... - de un manotazo le sacó el rímel de las manos a su amiga

¡OYE! - A Sana no le gustó para nada Hirai Momo devuélveme eso ya mismo - Nadie le sacaba nada de las manos a Minatosaki Sana. Bueno eso era antes, porque ahora estaba segura de que si tuviera el libro de todas las respuestas de la vida en sus manos y alguna de sus tres hijas o Tzuyu se lo sacara de un manotazo a ella no le importaría. La risa de Sully hizo que su ceño fruncido desapareciera en menos de dos milésimas de segundos. La risa de la bebé era tan hermosa como la pequeña de piel blanca como la de ella, pero con el mismo pelo y ojos que Tzuyu.

Momo no hizo más que reírse mientras miraba la falsa amenaza de su amiga - Por Dios Sana, desde que eres madre y estás enamorada de la portadora de terrible martillo has perdido toda tu maldad - La japonesa se reía, pero en realidad estaba muy orgullosa de su amiga. Momo alzó a Sully para enfrentarla - ¿No es cierto pequeña culoncita? ¿No es cierto que desde que tu mamá está loquita por el rarón de tu otra mamá está hecha una blandita? - la voz de la japonesa era lo más ridículo del mundo y ni hablar de la cara de babosa que ponía Momo cuando Sully le soltaba un millón de balbuceos por segundo.

Sana solo giró los ojos y volvió a recuperar de un manotazo lo que le habían sacado aprovechando que su hija mantenía distraída a su socia - Mira quién habla, señorita tengo que salir corriendo de una reunión de negocios porque Dahyun quiere un picnic improvisado en el parque o empiecen la fiesta sin mí porque mi hija quiere que cocinemos juntas - era el turno de Sana de reír y de Momo de girar los ojos. Si había una competencia de dominadas claramente Sana y Momo eran ganadoras.

Como sea le restó importancia y volvió a posicionar a su sobrina sobre sus caderas- ¿Nos podemos ir ya? Quiero ver a mis otras sobrinas - sentenció apoyándose en el auto y dándole la espalda a Sana

- Dime como me veo. Y dime la verdad porque necesito que Tzuyu me vea y se me tire encima, así que respira y dime que me veo deseable - nuevamente se miraba en el espejo al mismo tiempo que se acomodaba el cabello para después acomodarse el escote de su a justado vestido azul marino.

Momo suspiró y miró a su sobrina que la estaba mirando a ella como diciendo "no me dejes en las manos de esta loca". Un nuevo suspiro de la japonesa le dio el impulso que necesitaba para caminar hasta el lado del conductor y abrir la puerta para sentarse.

'I am not for you | SatzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora