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Te llamas Andrea Anderson, pero todos te conocen como la Sargento Anderson, tienes 37, llevas más de la mitad de tu vida dentro de la policía de Nueva York, eres una mujer alegre, pero muy centrada en tu trabajo, en tu unidad todos te aman, ya que no eres una jefa común, emanas felicidad y alegría, pero cuando es trabajo, eres la mejor.

Un día como muchos, les llega el llamado a ti y a tu equipo de una casa cerca de Nueva Jersey, en el área de los Yonkers, un edificio algo viejo.

Al lugar llegas y entras, es un departamento pequeño, unas 10 a 15 chicas en el lugar, todas muy jóvenes y bonitas, algunas son latinas por lo cual te es fácil hablar con ellas, entre tantas platicas te centras en una chica, llamada Sofía, te sientas con ella y le hablas.

Hola Sofía, soy la Sargento Anderson, pero puedes llamarme Andrea, quieres platicarme que sucedía aquí?

Sofía está algo tensa y asustada, poco a poco habla y nos dice que fueron engañadas por el "Sueño Americano", fue engañada por un tipo llamado Sergei, dice ella que es un tipo Italiano de gran bigote, con ojos azules y muy alto y delgado, me alejo un poco y me acerco a otro policía y le digo las características, vuelvo con Sofía y ella sigue hablando.

Pero no solo es él.

¿Hay más personas, Sofía?

Si, Sargento, hay más, algunos son rusos o mexicanos, pero la mayoría son Rusos, yo sé algo de ruso, mi padre es nativo ruso, puedo decirte algunas cosas, algunas cosas de las que ellos hablaban.

Mi cara cambia de actitud, ahora es de preocupación, si es la Mafia Ruso, ¿Que querrían aquí? Digo, bueno, claramente sabemos que ellos son responsables de que muchas chicas se prostituyen en las calles de Nueva York, sabemos que hacen trata de blancas y muchas más cosas, como drogas, tráfico de animales, pensaba que Sofía me diría algo así, pero no...

Misiles, dice Sofía.

¿Misiles?

Si, Sargento.

¿Que más escuchaste?

Hablaron de unos misiles, algo de la mafia rusa e italiana, terrorismo.

Al escuchar eso, me levanto rápidamente, tomo a Sofía del brazo y hago que revisen todo el departamento, me acerco a mi compañero Brandon.

Brandon!, Busca información de misiles.

¿Misiles Sargento?

Si, misiles, busca hasta debajo de la taza del baño, cualquier información, la más mínima, me llevaré a esta chica, la voy a interrogar.

Brandon me observa algo confundido, pero sin más preguntas sigue en su trabajo.

Subo a Sofía a mi carro y la llevo a la unidad, entramos a la sala de interrogatorios y nos sentamos, le ofrezco una botella de agua y me siento.

¿Puedes seguir hablándome de esos misiles Sofía?

Claro, me agrada ayudar, ellos hablaban de unos misiles, los llevarían al centro de Nueva York y amenazarían al estado por dinero, por millones de dólares, al final si el estado no accedía, detonarian el misil.

¿Sabes algo sobre ellos?

No, Jamás nos dejaban ver sus rostros, siempre andaban encapuchados, solo recuerdo a Sergei, el era nuestro padrote, el nos vestía y todo eso.

¿Sabes dónde podemos encontrarlo?

No, solo se que cada semana iba al departamento y se llevaba a varias chicas para trabajar y sucesivamente.

¿Cuánto tiempo tiene que se llevó a las últimas chicas a "trabajar"?

Una semana.

¿Lo cual quiere decir que hoy tendría que ir por más chicas?

Simon "GOSTH" Riley Donde viven las historias. Descúbrelo ahora