Simon "GOSTH" Riley

Henker

Aun recuerdo que Price me había castigado por no acostarme con el alto mando, Spraus.

Eres para lo único que sirves y, ¿aún así no quieres hacerlo?.

Nunca entenderé por qué soporte muchos años dentro de la uno cuatro uno, nunca fui relevante para nada en esa base, solo fuí usada por Price.

Después de molerme a golpes, dos soldados me arrastraron al "Infierno" un cuarto de metal al sur de la base, dónde a las doce del día, en el punto más alto de sol era el mismo infierno dentro.

No por favor, no me lleven.

Entre lágrimas y dolor suplicaba por mi vida, nadie decía nada, nadie nunca le importo lo que me pasaba o mejor dicho, nadie sabía lo que Price era capaz.

Pase 5 días ahí, sin agua y sin comida, aún hilo de morir deshidratada y por hambre, el chirrido de la puerta me hace abrir un poco mis ojos.

Bien, creí que estabas muerta.

La voz áspera y gruesa de Price retumba mis oídos, que por cinco días no escuchaba nada más que el poco aire que entraba por los pequeños agujeros de ventilación que tenía la pequeña habitación.

Bueno nena, tengo una misión para ti.

¿Una misión?, dije con las pocas fuerzas que tenía.

Si preciosa, una dónde eres valiosa, ¿No eso querías?

Mi mento solo pensaba en que no fuera otra misión donde usará mi cuerpo, estaba harta de esto.

Si, dije a secas.

Bien, muchachos saquenla de aquí, huele asqueroso.

Entre dos soldados me cargaron, con la ropa sucia y el espacio lleno de mierda, me sacaron después de 5 días de ese maldito hoyo.

Me aventaron de nuevo a mi habitación, me levante con poca fuerza y me dirigí al baño, me quite mi ropa, la cual estaba llena de mis propios desechos, me bañe con agua caliente y después con agua fría.

¿Por qué soporto tanto?, me dije a mi misma, salí de la ducha y me mire al espejo, podía verme casi las costillas y ni hablar de mi rostro.

¡Mierda!, parezco un maldito muerto.

Escuché el abrir de mi puerta y rápidamente la cerraron, salí del baño con una toalla envolviendo mi cuerpo, una bandeja de deliciosa comida estaba sobre mi mesa, creía que me merecía los castigos de Price infringia en mí, me abalanze sobre la bandeja y comí, con una rapidez que no recuerdo el sabor, bebi agua y suero que mando Price.

Solía pensar que Price hacia todo esto para que fuera mejor cada día, siempre me decía "Los mejores Soldados son llevados al límite de sus emociones", en ese entonces creía que tenía razón.

Salí de la habitación un poco mejor y dos soldados me escoltaron a la oficina de Price, dónde me explico que me daría un pequeño pelotón, que viajariamos a un lugar por Suecia, investigariamos una pequeña base dónde estaba un tipo al que llamaban "El Austriaco", por alguna razón Price en ese tiempo le tenía un miedo a mi esposo.

Aún recuerdo el viaje, fue bastante rápido y logré recuperarme, la misión era muy sencilla o eso dijo Price, nos dejaron en una zona boscosa de Suecia, cerca de la frontera con Noruega, tendríamos que recorrer unas 5 kilómetros a pie hacia el sur, ahí habría una pequeña cabaña donde no usaríamos la fuerza, solo rastreariamos y recolectariamos información.

Al llegar nos dimos cuenta que no era una pequeña cabaña y que Price había vendido a mi pelotón y principalmente a mi a estas personas.

Lo único que recuerdo son disparos y a la mayoría de las mujeres con las que iba las tomaron por la fuerza, mi pelotón en su totalidad éramos seis mujeres junto conmigo.