Ep.3 "La rosa que florece en la tumba" (2da parte)

34 2 4
                                    


En la noche, en la habitación de Patalliro, Bancoran había quedado con él para aclarar algunos detalles, que omitió en su llamada antes de volar a Malynera.

PATALLIRO. ― (Bostezando) ¡Ajum! Tengo sueñito.

BANCORAN. ― (Suspira) Bueno, seré breve entonces (Saca una carpeta) ¿Recuerdas el mercenario que te atacó en el museo de arte?

PATALLIRO. ― (Asiente cansado) Sí, ¿qué tiene?

BANCORAN. ― (Abre su carpeta y saca un broche) Encontré un broche en forma de diamante, no dice nada, pero cuando lo presionas.

Al presionar el broche, se revela la imagen de una tarántula, la cual tiene las siglas del Sindicato Internacional del Diamante.

BANCORAN. ― (Mostrándole el broche) Se abre mostrando la imagen de una araña, y arriba están las siglas del Sindicato del Diamante, pero hay una palabra que es "tarántula", no sé qué relación tenga con el sindicato.

PATALLIRO. ― (Mirando molesto el broche) Así que, ellos también son los responsables de ese atentado y el Primer Ministro está confabulando con ellos.

BANCORAN. ― Exactamente.

PATALLIRO. ― (Bostezando) Esto se complica más, después de que Jada confesó (Decepcionado) Solo le dieron una multa al Primer Ministro, pero por otro motivo sin relación alguna.

BANCORAN. ― Tienes que tener mucho cuidado.

PATALLIRO. ― (Con sueño) Lo sé... Bueno estoy muy cansado, quiero dormir (Coqueteándole) ¿Quieres que use el pijama rojo?

Bancoran se desvanece rápidamente.

PATALLIRO. ― (Confundido) Parece que no le gusta el rojo, bueno ¡A dormir!


Después de un largo día tomando fotografías, y haciendo entrevistas a algunos tamanegis, Junior estaba en la habitación que Patalliro le había ofrecido, para que se quedara hasta el día de la coronación, estaba revelando las fotos que tomó. Después de dejarlas secar, se pone a revisar un maletín plateado, donde cargaba cinco dagas rociadas con veneno; iba a afilarlas un poco, hasta que alguien tocó la puerta de su habitación. Junior guarda rápidamente sus cosas en el armario y atiende la puerta.

JUNIOR. ― (Abre la puerta) ¡Oh! Es usted, comandante, buenas noches, ¿ocurre algo?

BANCORAN. ― (Tranquilo) No pasa nada, solo hago un chequeo de rutina, sé que es de noche y también quiero dormir.

Junior hace pasar a Bancoran a su habitación.

JUNIOR. ― (Señala su cuarto de fotografía) Por favor tenga cuidado, están secándose las fotografías y no quiero que se arruinen.

BANCORAN. ― (Asiente) No te preocupes, solo es una revisión simple.

JUNIOR. ― (Suspira aliviado) (Sentándose) ¿Usted tiene ya tiempo trabajando para la familia real de Malynera?

BANCORAN. ― (Negando) No mucho en realidad.

JUNIOR. ― (Mirándolo) Es que me pareció que el joven príncipe le tiene mucha confianza.

BANCORAN. ― (Se lamenta) Lamentablemente, sí.

JUNIOR. ― (Se ríe) Solo es un niño, está emocionado, aunque dicen que, pese a su edad, está capacitado para empezar su monarquía.

Yo, PatalliroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora