Ep.3 "La rosa que florece en la tumba" (1era parte)

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Había pasado un mes desde la muerte del rey Higgins III y desde que Thatcher fue asesinado, tras ser atropellado, por un carro en movimiento. Para fortuna de Patalliro, Bancoran había logrado anotar la placa del vehículo e inició una investigación al respecto.

En Malynera, los medios informaban acerca de un acontecimiento venidero, el reino había cumplido un mes de luto y era hora de que iniciara una nueva monarquía liderada por el infantil sucesor, la coronación. El evento sería llevado a cabo en el cumpleaños de Patalliro, eso fue a petición de él; porque, sentía muy agotador organizar dos festividades por separado, mejor unirlas y celebrar a lo grande. En el jardín privado del palacio real de Malynera, al costado de una fuente de agua, Patalliro alimentaba los peces con comida que tenía en un tazón, estos vivían en una de las tantas fuentes del castillo.

PATALLIRO. ― (Fastidiado) (Pensando: El funeral de papá terminó y mis días como príncipe igual, tengo que tener todas las energías, ya está muy cerca el día) (Suspira cansado)

TAMANEGI. ― (Apareciendo detrás de Patalliro) Su majestad, tiene una llamada desde Londres, es el mayor Bancoran.

PATALLIRO. ― ¡Oh, al fin! (Le da el tazón de comida) Por favor alimenta mis pirañas (Se va)

TAMANEGI. ― (Inclinándose) Descuide, con mucho gusto alimentaré a... ¿Pirañas? (Preocupado) Con razón no están los patos que habíamos traído hace una semana.


En la habitación de Patalliro, él contesta la llamada sentándose en un sillón que se mecía y saca un sombre de vaquero

PATALLIRO. ― (Mesiéndose) ¡Yee-haw! ¡Arre, caballo! ¡Hola, extranjero! ¿Cómo está tu pony?

BANCORAN. ― (Al teléfono) No tengo un pony.

PATALLIRO. ― (Imaginando) Cierto, tienes tu corcel para salvar doncellas (Suspira enamorado) ¡Qué romántico!

BANCORAN. ― (Gruñe) (Serio) Volviendo a lo normal, es sobre el caso de Thatcher, descubrí el propietario del vehículo es un señor de avanzada edad, pero lo importante es que el pertenece a una organización llamada El Sindicato Internacional del Diamante.

PATALLIRO. ― (Frunce su mirada) Conozco ese grupo, ellos manejan las transacciones de diamantes a nivel global, pero ellos elevan los precios de los diamantes según sus intereses, por lo que los países asociados pierden más de lo que realmente les corresponderían ganar; sin embargo, como su mercado es sólido y sostiene la economía de varias naciones que dependen de este recurso, nadie se opuso a ellos... (Sonríe presumido) ¡Excepto yo!

BANCORAN. ― (Sorprendido) ¿Rechazaste asociarte con ellos?

PATALLIRO. ― (Mirando sus dedos) Para ser exacto, hace tres meses que decidí oficialmente retirarme de la organización, sus términos eran demasiado exigentes y tras un largo estudio de mercado, mi país es capaz de comercializar los diamantes de forma independiente y de hecho las cosas no podrían ir mejor (Sonríe)

BANCORAN. ― Bueno, la próxima semana es la coronación, esta noche tomo un vuelo a Malynera, los detalles faltantes te los explicaré personalmente.

PATALLIRO. ― (Asiente) Está bien (Suspira enamorado) ¡Oh! Hasta acá puedo oler esa loción que te hechas en tu mano.

BANCORAN. ― (Sobresaltado) ¡No puedes oler lo que uso desde el teléfono!

Yo, PatalliroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora