Al sur de Francia, al noroeste de Italia, en el Mar Mediterráneo, flotaba una pequeña pero imponente isla, el reino de Malynera, el país de la eterna primavera, conocida así por su clima amigable con las flores. Era un país pequeño comparado con los recursos que enriquecen esta nación, considerada como una de las mayores exportadoras de diamantes a nivel global, gracias al gran número de minas que posee. Malynera tan rica como excéntrica, al igual que la familia real que tres generaciones atrás lograron la independencia del país ganando el cariño y respeto de su población que perdura hasta el día de hoy.
La familia real vivía en el palacio de Malynera, llamativo por su arquitectura sumamente refinada, no exagerando en detalles pero tampoco omitiéndolos, eso hacía que la casa real fuese más que un lugar de gobierno, lo hacía un atractivo y muy visitado centro turístico.
La realeza tenía su propia seguridad privada conformado por militares entrenados en múltiples disciplinas, eran equiparables a un servicio de inteligencia, aunque lo único que perjudicaba su imagen eran sus uniformes y su nombre, todo eso a petición de su majestad el príncipe. Ellos se llaman tamanegis, que significa "cabezas de cebolla" y en eso consistía su uniforme, en cascos blindados con forma de cebolla y un uniforme particular de la agrupación. Si bien esa apariencia los hacía burla entre la armada, no solo de Malynera, sino en todo el mundo, estos que se mofaban sabían que no son un grupo al cual se deba subestimar, varios de ellos combatieron junto a Los Aliados.
Había tamanegis rondando en todo el palacio, vigilando en todo momento en puntos estratégicos, atendían visitas o les negaban el acceso al palacio de ser necesario, también sustituyen al personal que tendría cada casa de la nobleza: chefs, mayordomos, control de plagas, etcétera.Lamentablemente, se vieron obligados a reforzar la seguridad, doblar turno, para evitar cualquier atentado o cualquier tipo de intrusos; debido a que, su majestad, el rey Higgins III, había enfermado de cáncer y tuvo que ser inducido al coma a raíz de una complicación, aquello ocurrió hace un año. Aunque, a decir verdad, el monarca llevaba postrado mucho más tiempo, eso lo sabe muy bien su hijo Patalliro.
En el jardín, había juegos de parque; como columpios, toboganes y la entrada a un colorido laberinto; además de una mesa para realizar comidas al aire libre, dentro de una alumbrada capilla.
En sueños...
Durante un picnic familiar, Higgins tomaba el té con su esposa, Patalliro jugaba en el suelo lleno de lodo.HIGGINS. ― (Sonriéndole a Patalliro) ¡Oye, ven acá te vas a ensuciar!
PATALLIRO. ― (Jugando con el barro) (Feliz) ¡Papito! (Se acerca a su padre) Papi, parezco el monstruo del pantano (Lo abraza)
HIGGINS. ― (Carga a Patalliro) (Sonriendo) Mírate, no vaya ser que se te haya metido un insecto (Limpiándolo con un pañuelo) Tienes que estar siempre limpio, tienes que cuidarte siempre, ¿sí?
PATALLIRO. ― (Jugando con su papá) Los bichos se mueren si los piso (Mueve sus piernas) ¡Puaj! ¡Jejeje! (Se aferra a su padre)
HIGGINS. ― (Abraza a Patalliro) Sí... (Deja de sonreír) Pero algunos insectos son muy ambiciosos y no dudarán en lastimarte, o incluso matar... (Lo mira preocupado)
Patalliro lo mira confundido, sentía la preocupación de su padre por medio de sus brazos temblorosos.
En la realidad...
En una habitación enorme, la cual tenía un balcón con macetones, llena de muebles pequeños pero sofisticados, juguetes tirados y una cama de tres plazas, en la cual dormía el joven príncipe. Patalliro despierta y emite un bostezo.
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Yo, Patalliro
RastgeleAdaptación (fanreboot) basada en la obra de Mineo Maya. Tras caer enfermo el rey de Malynera, su hijo Patalliro se convertirá en el rey más joven del planeta, volviéndose blanco de organizaciones criminales, sectas y seres del Inframundo. Actualizo...