13: Aceptación

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Jimin estaba casi sin aliento para cuando el muelle se hizo visible de nuevo. Le había tomado más tiempo de lo esperado el llegar al otro lado del lago y nadar de regreso. Supuso que era por su batalla de ayer y luego su reclamación de esta mañana. Ambos incidentes habían hecho que utilizase los músculos que normalmente no utilizaba, incluso si uno de esos acontecimientos fue mucho más agradable que el otro.

Estaba tan emocionado de volver con Jungkook cuando sintió una ráfaga extra de adrenalina a través de su cuerpo. Aumentó su velocidad y rápidamente vio el final del muelle acercándose más.

Frunció el ceño mientras se acercaba y no podía ver al menor.

Jungkook había dicho que iba a estar esperándole cuando volviera, pero no estaba a la vista. Jimin estaba lo suficientemente cerca ahora y pudo darse cuenta de que el muelle estaba completamente vacío. 

Su corazón comenzó a tronar en su pecho mientras subía la escalera en el extremo del muelle de madera y estuvo de pie encima de este. Volvió a mirar hacia la casa y luego escudriñó la orilla, preguntándose si Jungkook se había ido a dar un paseo mientras esperaba.

Nada.

Jungkook no estaba.

Tal vez había ido a la casa por algo, una toalla, una bebida caliente o algo así. Eso tenía que ser. Trató de no dejar que su preocupación se adelantara a su sentido común. Jungkook era un niño grande y había estado solo durante un tiempo muy largo. Él podía cuidar de sí mismo.

Aunque le hacía sentir mal el que no lo hubiera esperado, pero podía entenderlo. El aire de la mañana estaba un poco frío y mientras él lo disfrutaba, no todos lo hacían. Jungkook probablemente lo estaba esperando en casa.

Agarró sus pantalones y se los puso encima de sus piernas. Rápidamente se abrochó el primer par de botones y dejó el resto en su prisa por volver a casa. Una vez que estuvo vestido, comenzó a correr por el muelle pero patinó hasta detenerse cuando llegó al final de los tablones de madera. 

Sangre. 

Podía ver manchas pequeñas en la tierra en el extremo del muelle y podía olerla ahora que estaba de pie sobre la parte superior de las minúsculas gotas de color carmesí.

Era sangre de Jungkook.

Aulló su indignación, el sonido haciendo eco a través de los árboles y con vistas al lago. Sabía que cada cambiaforma a pocos kilómetros lo habían oído y responderían a su llamado. Su compañero había sido secuestrado y la muerte no les llegaría tan fácil a aquellos que se lo llevaron.

Por una vez, Jimin y su lobo estaban totalmente de acuerdo cuando olfateó las gotas de sangre y empezó a seguir el rastro que dejaron alejándose del lago. Ambos, el hombre y el lobo, harían todo lo posible para recuperar a su compañero y oh, pobre de aquel que se interpusiera en su camino.

Escuchó aullidos de indignación llenar el aire fresco de la mañana cuando lobo tras lobo se le unió, sin hacer preguntas. Ellos simplemente se pusieron a caminar junto a él y ayudaron a buscar a su compañero desaparecido.

Estaba bastante seguro de que todos los lobos en su manada se unieron a él en  algún momento. Incluso vio a su padre y a sus dos guardias en la caza.

Por alguna razón, no se sorprendió cuando el rastro de sangre los condujo a las escaleras de la casa del Alfa Taemin. Hizo un gesto con la mano a los otros lobos para que rodearan la casa y luego caminó hasta las escaleras. La puerta principal estaba cerrada con llave pero eso no era barrera para él. Simplemente la abrió de una patada y entró a la monstruosidad de casa. 

EL ALFA (ADAP. JIKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora