Jeon Jungkook permanecía completamente dormido en su cama de sabanas de seda y terciopelo negro, pilares brillantes como enredaderas en cada esquina de la cama, suaves cortinas de color negro transparentes dejaban ver poco visible su anatomía, su habitación era alumbrada por poca luz, unas cuantas velas posaban cerca de una mesa de mármol con grabados chinos e incienso de eucalipto.
Las ventanas se encontraban cerradas para que nada perturbara, ni el sonido, ni los pocos rayos del sol y mucho menos aroma. Su cuerpo permanecía semidesnudo, su torso seguía cubierto por los intensos tatuajes aun palpitando a sus alrededores, como si fueran recién hechos. Aun un poco de sudor recorría su cuerpo, su cabello seguía húmedo.
Afuera todo permanecía en completo silencio, pues había grandes diferencias entre los Dioses a la hora de su sacrificio, en el reino de Lotto se guarda cierto silencio tanto por la muerte de las chicas como por el descanso del rey.
Y nadie tenía conocimiento de lo que vivía o pasaba durante ese lapso de sueño, después del sacrificio. Todos pensaban que era una meditación entre su lobo, Dios y humano. Sin embargo, Jimin y Taehyung conocían la realidad del rey Jeon.
Porque mientras Jungkook parecía descansar, realmente estaba siendo atormentado por su pasado.
205 años atrás
—Ya... déjame...— murmuro tocando su garganta, el pelirrojo (en ese entonces) tenía sus manos alrededor de su cuello.
"Como pretendes que te deje humano, vivo dentro de ti y debes acatar lo que demando. Tu Dios exige sangre para el sello, es su pacto y lo estás incumpliendo"
—No... Quiero... seguir con esto...— sollozo, el dolor en sus huesos era terriblemente lamentable— no quiero... seguir asesinando... personas... ¡Ah! ¡Basta!
"¡No seas ingenuo Humano! Debes obedecerme si quieres la paz para tu tierra, te estas condenando y desobedeciéndome"
— ¡Esto no es paz!— grito, su cuerpo estaba a punto de convulsionar— estas... matando gente inocente por tu beneficio, yo... solo... soy una excusa— atragantado con algo escupió, sus ojos se abrieron de golpe al notar su suelo lleno de sangre—, ¿Qué me estás haciendo?— murmuro.
"No me contendré, le has fallado a tu Dios, no te salvare de lo que te sucederá. Escoger a un ser tan débil para guardar a un Dios fue una mala idea de la Diosa Luna"
Jungkook comenzó a gritar, aquel grito era tan desgarrador que las venas en su cuello palpitaron marcándose, cambiando su color pálido por uno más rojizo. Le ardieron los ojos, el cuerpo, la piel. Sentía el sabor metálico de la sangre en su boca, ahogándolo cuando comenzó a convulsionar.
Voces, muchas voces en conjunto gritando cosas inentendibles para él. ¿Qué sucedía? Sus sentidos estaban alerta, al máximo. Escuchaba pasos, sentía presencias femeninas, masculinas. Olores fuertes, olores que cubrían la sangre que ansiaba.
"Pagaras, Humano tonto"
Su padre quien intentaba contener al joven Jungkook de cabellos rojizos jadeo al sentir como algo atravesaba su estómago, su mirada dorada fue directa hacia el rostro de este encontrando una sonrisa ladeada y carente de humanidad, sus ojos palpitaban en un rojo vivo dilatado, estaban fijos en la reacción de su presa.
— ¿Jung...?— susurro, su lobo intentaba sanarse, pero la mano de su hijo, la cual lo había atravesado, giraba impidiendo aquello— tu... no eres mi hijo.
— ¿Cuándo te has dado cuenta, humano?— la voz ronca, doble y carente de humanidad entro en sus oídos como un simple soplido, pues su hijo aún seguía sonriendo sin abrir su boca.
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ANOCHECER 🌙Jeon Jungkook🌙©
FanfictionEstaba en un reino completamente gris, frío y seco. Y ella... Ella era Alicia en el país de las maravillas. BOOK 2 Historia completamente de mi autoría. -No acepto copias y/o adaptaciones. -Fanfic con escenas +18... si eres menor de edad queda baj...