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Min Yoongi odiaba sudar, no había cosa que detestara más que su cuerpo estuviera pegostoso y lleno de sudor. Sus manos portaban guantes mientras martillaba constantemente un clavo para la mesa que construía para la chica sin color.

Había llegado lo más rápido que pudo, pues en la mañana habían comenzado con la rutina del reino. Pronto el rey despertaría y todo volvería a la normalidad. Así que, fructificando el poco tiempo que le quedaba para compartir con la chica lo aprovechaba, como ahora. Hacia una pequeña mesa redonda de té, una que ella había visto en un cuento y actualmente le apetecía tomar este en las tardes junto él.

—Sacare las sillas, ¿Los dulces están fuera?— pregunto secando su sudor, la mesa ya estaba lista.

—Sí, están en las cajas. ¿Deberíamos sacar los cojines que trajiste, los de colores?

—No. El clima está muy húmedo, después será difícil tenerlos en casa— señalo, Alicia asintió. Llevaba un hermoso vestido color lila y un lazo en la trenza blanca de su cabello, Yoongi le decía como vestir— tendremos una merienda y luego debo volver a trabajar, vendré apenas tenga tiempo el día de mañana, deja el conejo dentro de casa.

Alicia parpadeo riendo después, había querido sentar a señor conejo en una de las sillas, pero este era demasiado escurridizo.

—Él también tiene derecho a tomar el té.

—Los conejos no toman té, y este no será la excepción— la callo antes de hablar, abrió las cajas colocando en dos cuencos los dulces y en otra los tés humeantes— debería traerte vajilla también. Dime, ¿Han vuelto a venir los chicos que te molestaban?

—No, desde que los asustaste no cruzan el bosque hasta aquí— respondió comenzando a comer.

Yoongi había atrapado hace varios días a un grupo de chicos que molestaban a Alicia por "no tener color" lanzaban bolas de nieve a su casa hasta que se cansaban, pero ese día llego un poco más temprano observando la acción lo que es igual a reacción. Unos buenos kilómetros que posiblemente hicieron mojar sus pantalones por parte del lobo de Yoongi.

—Qué bueno, me agrada escuchar eso— tomo aquel dulce con sabor a vainilla— oye, ¿Por qué le echas tanta azúcar al té?

—Me gustan las cosas...— cerro los ojos buscando mentalmente la palabra, estaba leyendo mucho y conociendo las letras para poder hacer sentir a su amigo muy orgulloso— dul... ce...

—Bien, muy bien— aplaudió, sacando de sus bolsillos le entrego algo— necesito que escribas ahí cómo te llamas, es un registro que llevare personalmente. Estoy tratando de encontrar de dónde eres, de cómo llegaste aquí y si tienes familiares fuera. Eso— señalo el papel en sus manos— se lo daré a un amigo de confianza para me consiga información en los otros dos reinos.

— ¿No tengo familia aquí?— señalo en lugar, Yoongi negó.

—En Lotto no hay nada de ti. Además, estas en tierras neutras, pudieron haberte dejado de alguno de los tres lados, por eso te pido que rellenes eso. Dejará tu olor.

Alicia asintió.

...

Jungkook abrió los ojos completamente bañados en negro, había despertado de su sueño consigo mismo reviviendo aquella tormenta de recuerdos que deseaba olvidar. Su cuerpo dolía un poco, pero aquello no lo detendría de levantarse e iniciar sus rutinas diarias como rey.

Podía escuchar algunos pasos en los pisos inferiores, también alguna que otra mucama arreglando algunas de las habitaciones cercanas.

—Hola bella durmiente— gruño, Taehyung estaba de brazos cruzados sentado en una de sus sillas— pensé que tardarías un par de días más.

ANOCHECER 🌙Jeon Jungkook🌙©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora