Collins Enterprises (3)

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Ruby, o mejor dicho, Jennie sostuvo mi mano delicadamente mientras sus labios se curvaban en una sonrisa diabólica, conectando sus ojos a los míos de una manera tan intensa.


-Un placer... - dijo mientras se acercaba, depositando un rápido beso en mi cara, para luego susurrar –es lo que todavía siento cuando lo recuerdo, que pena que no sea en la cama.


La mujer retrocedió, todavía con los ojos puestos en mí. Tragué con dificultad cuando procesé sus palabras. Parpadeé más veces de lo que debería, sintiendo un repentino nerviosismo poseer mi cuerpo.


¿De verdad había dicho eso?


Ruby, quiero decir, Jennie caminó con devoción al lado de Collins, quien rápidamente llevó su mano en su cintura en un acto posesivo. La morena le sonrió y luego me miró.


-¿Qué están haciendo aquí, mi amor?


-El Comisionado Brandon y el Agente Manobal supervisarán la facturación financiera de nuestra empresa.


-¿Hay algún problema?


Preguntó preocupada. Collins la miró y luego sonrió ampliamente.


- Nada de qué preocuparse, cariño. - dijo para luego depositar un beso en la cara de su esposa.


-Pero yo quiero saber. - insistió ella.


-John piensa que estamos siendo robados.


Jennie abrió los ojos sorprendida, colocando una de sus manos sobre su pecho.


-¡Oh, Christopher! ¿Y no me dices nada?


-¡Oh, no quiero preocuparte! No tenemos pruebas, es por eso que están aquí. - dijo el hombre señalándonos.


Sentí que mi cuerpo temblaba cuando sentí los profundos ojos de Jennie en mí. Ella respiró hondo y caminó lentamente hacia el escritorio de Collins, donde se apoyó contra el, cruzando sus brazos bajo sus pechos.


-Así, agente Manobal, ¿Es usted quien investigará esta situación?


Mantuve una postura firme, no quería parecer una principiante frente al comisario Brandon. Pero no todos los días te eligen para resolver un caso en el que la esposa de la víctima había tenido sexo salvaje contigo.


-Sí, señora Collins. Tengo la intención de dar lo mejor de mí a esta investigación.


-¿Lo mejor? - su tono de voz era sugerente.


-Sí, señora Collins.


-Algo en mí dice que lo mejor es muy bueno. - dijo la coreana con una sonrisa y una mirada perversa.

Jaque mateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora