Consecuencias (25)

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Punto de vista de Christopher Collins

Cambie de posición en la suave cama, sentía mi cuerpo más pesado de lo normal. La luz del sol que se colaba por el espacio de la cortina y estaba exactamente sobre mi cara, haciéndome renegar con impaciencia. Voltee mi cuerpo hacia un costado, sintiendo el cuerpo de mi esposa rosando el mío. Abrí los ojos con cierta dificultad, mis párpados parecían pesar más de lo normal, casi impidiéndome despertar. Vi a mi esposa acostada a mi lado, con una expresión serena, como si ella hubiera pasado una de las mejores noches de sueño en su vida. Llevé mis manos a mi cara renegando sobre el cansancio que sentía. Recientemente ha ido empeorando cada vez más, tenía la sensación de que mientras más dormía, más cansado me sentía. ¿Sería posible?

Miré el reloj sobre la mesita de noche, e indicaba que era mi hora de levantarse. Me senté sobre el colchón mientras cogía mi teléfono de la mesita de noche. Fruncí el ceño en cuanto vi dieciocho llamadas perdidas. Algunos de Brandon, otros de John. Por una fracción de segundo sentí que una bomba estallaría dentro de mi cabeza, como una especie de presentimiento. Cerré los ojos y respire profundamente, luego mire a mi bella esposa que dormía a mi lado en nuestra cama. Marque el número de Brandon, y después de algunos segundos, oí su voz temerosa al otro lado de la línea.

"Buenos días, Christopher."

"Buenos días, Comisario. ¿Paso algo malo?"

Se quedó callado por un momento haciendo latir mi corazón rápidamente. Me puse las pantuflas que estaban en el suelo a lado de la cama dirigiéndome en seguida al balcón de mi habitación. El día estaba nublado, el cielo oscuro debido a las gruesas capas de nubes oscuras. Una tormenta se avecinaba.

"Tendrá que acudir a la comisaría. Algo ha sucedido."

¿Qué pasó?"

"Christopher..."

"Solo Dime, Brandon!" — Exclame nerviosamente.

"Collins Enterprise fue hackeada otra vez. Y esta vez tenemos una situación más delicada. Por favor, necesito que vengas para acá".

No le di la oportunidad de seguir hablando. Bajé el teléfono despacio, sintiendo mis dedos doler alrededor del aparato, que estaba siendo exprimido con tanta fuerza como me era posible en ese instante.

"Puta mierda..."

Pude oír el sonido de la voz del Comisario llamando mi nombre en el teléfono, hasta que la llamada llegó a su fin. Todo mi cuerpo estaba vibrando con ira, o más bien, odio. Los ladrones no parían hasta que me quedé en la miseria, lo sentía así. Era como tener una fortuna maldita que nunca sería totalmente mía. Nunca me dejaban en paz. ¡Pendejos! Era difícil creer que Heitor fuera tan inteligente a ese grado, él fue sólo un simple peón en un juego profesional. Hackear un sistema tan bueno como el mío no era una tarea para un simple principiante, y mucho menos un aficionado. Quien fuera, esa persona no estaba dispuesta a jugar simple y ya no podía controlar esa situación, las cosas se estaban saliendo de las manos. Yo juego fuerte, y encontraré a quién realmente este atrás de este infierno maldito en el que se ha convertido mi vida.

Jaque mateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora