Capitulo 37

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-¿Qué haces aquí? –

-traje las cosas que __________ se olvidó... - Izuku extendió la mochila asustado al ver a Aisawa molesto

Él solo suspiro, tomo las cosas y le ordeno a Izuku que se valla a su casa que ya era tarde. –antes de que te vayas...necesito tu ayuda en algo, mañana búscame en la sala de profesores. –

Izuku asintió preocupado pero si Aisawa le pedía ayuda era importante. Aisawa entro nuevamente la casa y las cosas siguieron su ritmo con normalidad. Cenamos los tres en silencio pero un silencio agradable.

Parecíamos una familia anormal, Eri siempre activa y llena de energía; Aisawa serio y siempre con su bolsa de dormir y yo... yo tenía un carácter de porquería. Los observe disimuladamente, mientras comía de mi cena y no pude evitar sonreír por como transcurría mi vida ahora.

-Faltan 3 días para el campamento, ¿estas preparada? – Aisawa intento romper el silencio

-no sé, ¿Quién cuidara de Eri? – me preocupaba dejarla sola

-Ella quedara en la U.A junto a Mirio y otros héroes...puedes quedarte tranquila. –

-¿se irán muchos días? – Eri miraba triste a ambos

-Solo una semana... estarás bien. Cualquier cosa le dices a los demás que me llamen-

-¿no puedo ir con ustedes? –

-si el señor oruga nos da permiso, iremos de campamento después tu y yo... ¿Qué te parece?- mire de reojo a Aisawa que se metía a su bolsa de dormir en el sofá.

Ambas nos quedamos paralizadas viendo esa escena, y no pudimos evitar reírnos, parecía una inmensa oruga. Después de unos minutos y haber juntado las cosas, cada uno se fue a su habitación a dormir. Una vez en mi habitación, deje caer mi cuerpo en la cama. No tenía sueño pero el cuerpo lo sentía cansado, las cosas habían cambiado bastante desde ese día.

Suspire con preocupación, tenía demasiadas personas en mi vida que se habían convertido en mi debilidad; Aisawa...Eri...Izuku...Kirishima...Bakugo. Bakugo... suspire nuevamente pero este era diferente al anterior, maldito idiota... ¿Qué voy a hacer? No logre conciliar el sueño...

A la mañana siguiente, baje la escalera a las corridas y saltos... y me encuentro a Aisawa con el desayuno en la mesa. Me quedo impresionada, era la primera vez que se quedaba en la casa tanto tiempo.

-intentare estar más presente... - dejo una taza de té sobre la mesa con una sonrisa leve –

-ja ¿intentaras? ¿Es para vigilarme? – sonreí sarcástica mientras tomaba la taza

-eres muy joven para estar todo el tiempo rodeado de chicos... -

-lo sabía... ¿ahora eres celoso, señor oruga? –

-¿celoso? Me preocupo por ti... más te vale no llamarme asi en la escuela –

-no sensei... asi te dicen todos ¿no?... yo no te diré asi, y padre mucho menos... - deje caer mi espalda en unos de los muros de la casa. - ¿Qué te preocupa? Creo que olvidaste quien soy... se cuidarme sola

-tampoco quiero que me digas asi... tu decidirás. – Se apoyó en la pared de enfrente y soltó un suspiro de resignación – si me demuestras de que no debo preocuparme que estés con los chicos... no diré mas nada sobre el asunto. ¿Trato?

El color de tus ojos.... lo cambio todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora