Capítulo 1

254 15 4
                                    

Shadow Kiss (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN) por LizzieMaría85

Descargo responsabilidad lamentablemente no tengo los derechos de autor material esos pertenecen a Richelle Mead.

Está trama está escrita por Gigi 256.

Capítulo 1

Menos de un mes. Menos de un mes fue todo lo que tardamos Rose y yo en volver a caer en una relación torpe y pseudo profesional, llena de tensión sexual y palabras no dichas. Por supuesto, había sido un descenso lento y había permitido más de unos cuántos momentos íntimos en privado entre nosotros. Un beso robado aquí, una conversación personal allí. Tal vez no era nada increíblemente romántico, pero había cierta intimidad en abrirme a alguien de una manera que no había hecho antes.

Sin embargo, sin importar cuánto tratara de bloquearlas, las palabras de Alberta seguían corriendo por mi mente una y otra vez hasta que no podía seguir ignorándolas. Rose y yo nos habíamos cambiado el uno al otro, tal como ella había dicho, y la gente comenzaba a darse cuenta. Rose había entendido cuando saqué a relucir mi preocupación de que los demás se dieran cuenta de nuestros sentimientos, pero pensé que sería mejor ocultar que al menos una persona ya nos había descubierto. Rose ya tenía suficientes preocupaciones, no podía aumentarle una más. Habiendo dicho eso, ella no estaba contenta con el asunto, ninguno de nosotros lo estaba, pero sabíamos que nuestras opciones eran limitadas y que eventualmente esto sucedería. Tal vez era mejor construir un muro entre nosotros antes de que se volviera más difícil.

No era la Academia, realmente no. Ese era un problema temporal que se solucionaría en unos pocos meses. Tampoco era su edad, lo cual se resolvería incluso antes. No, el verdadero problema era lo qué éramos, quiénes éramos, guardianes. Por más que lo intentaba, no podía encontrar la forma en que pudiéramos tener una relación mientras protegíamos efectivamente a Lissa. Eso pondría a Lissa en riesgo y ninguno de nosotros dos nos permitiríamos ponerla en peligro.

Los guardianes simplemente no tenían el lujo de enamorarse y tener una vida normal con alguien más, especialmente con compañeros guardianes. Traté de hacer que disminuyera el resentimiento que sentía hacia el tema, pero cada día era más y más difícil. Lo más cerca que podíamos estar a nuestro felices por siempre era un romance susceptible a terminar por la transferencia de alguno de los dos en cualquier momento. Seguíamos a nuestro Moroi. Ellos eran primero.

Tampoco ayudaba que Rose se alejara de mí una vez más. No sabía qué hacer al respecto. Rose siempre había sido la parte constante en esta relación, esperando a que me decidiera de una vez por todas y fuera hacia ella, o más a menudo que no, empujándome más allá de mis límites auto impuestos hasta que cedía a la locura entre nosotros. El que ahora fuera ella la razonable... bueno, me dejaba más abatido que nunca. La extrañaba. Una parte de mí quería permitirle el espacio para sanar por sí misma, pero la otra parte de mí sentía la necesidad de intentarlo y de ser fuerte para ella.

Quizás hubiera sido una cosa si solamente se alejara de mí. Podría justificarlo con la idea de que estaba tratando de crear una distancia sana y necesaria entre nosotros. Podría encontrar una manera de estar bien y aceptar su distancia repentina. Pero no solo se estaba alejando de mí, se estaba alejando de todos. Incluso parecía que estaba pasando menos tiempo con Lissa. Los pocos momentos que la veía con su grupo de amigos, siempre estaba callada y reservada. Era tan diferente de la Rose que había conocido. Esbozaba sonrisas y risas, pero ninguna llegaba a sus ojos.

Sabía que mucho tenía que ver con haber perdido a Mason. Era natural. Nadie la culpaba por sentirse molesta, pero desearía que hablara con alguien. No importaba si éramos su madre, Alberta, Lissa, yo u otra persona por completo, pero ella necesitaba hablar con alguien. Cada vez que trataba de que se abriera, Rose me excluía. Yo había hecho lo mismo después de la muerte de Iván, y al ver mis propios mecanismos de autodefensa retratados en otra persona, dejaba en claro lo poco saludables que eran. Podría ser increíblemente hipócrita de mí parte, pero quería algo mejor para ella.

Besada en las sombras desdé el punto de vista de Dimitri Belikov Donde viven las historias. Descúbrelo ahora