Capítulo 3

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Shadow Kiss (POV Dimitri) (TRADUCCIÓN) por LizzieMaría85

Descargo responsabilidad lamentablemente no tengo los derechos de autor material esos pertenecen a Richelle Mead.

Está trama está escrita por Gigi 256.

Capítulo 3

El juicio de Dashkov se acercaba. Me iría este fin de semana con los otros guardianes y por mucho que odiara enfrentarme a Víctor nuevamente, me alegraría cuando todo esto terminara. Había sido una tortura ocultarle esto a Rose y estaba más que listo para simplemente ponerlo en el pasado.

Estaba trabajando en la patrulla nocturna alrededor de los dormitorios esta noche. Faltaba una hora más o menos para poder regresar a mi apartamento, pero una visión extraña delante de mí hizo que el anhelo de las comodidades de mi cama se detuviera de repente.

Rose estaba de pie en el lado oeste del edificio de dormitorios dhampir, usando solamente una bata y pantuflas y disfrutando del calor del sol. Era bastante obvio por su cabello anudado que había salido apresuradamente y me pregunté si había tenido otra pesadilla. Cada vez parecían ser menos comunes, había pasado una semana más o menos desde la última. Todavía estábamos en invierno, y aunque la nieve no era tan espesa como lo había sido hace un mes, aún había suficiente para cubrir el suelo. Sin una chaqueta ni ninguna otra protección contra el frío de los elementos, no había forma de que esta hubiera sido una excursión planeada después del toque de queda.

-¿Eres sonámbula?

Ella giró rápidamente, obviamente sin esperarme. El ceño fruncido en su rostro se convirtió inmediatamente en algo parecido a la conmoción y la vergüenza mientras trataba inútilmente de alisarse el cabello salvaje. Pero más rápido que los vientos cambiantes, Rose se puso su máscara más confiable: el sarcasmo.

-Estaba probando la seguridad de los dormitorios... apesta.

Sonreí y sacudí la cabeza, divertido, extrañaba su sentido del humor, incluso si lo estaba usando como un escudo por lo que sea que la hubiera traído hasta aquí en medio de la noche vampírica.

Vi que sus ojos se movían lentamente sobre mí, antes de que cambiara su peso y se frotara los brazos cubiertos por la delgada tela de su bata. Seguramente se estaba congelando. Incluso en un día despejado como este, con un viento constante soplando a través del campus, probablemente estábamos a -1°C y ella no estaba vestida para enfrentar los elementos.

-Debes estar congelándote. ¿Quieres mi abrigo? -Sabía que debía mandarla adentro para que se calentara, pero la parte egoísta de mí quería pasar un poco de tiempo con ella fuera del gimnasio. Me justifiqué a mí mismo diciéndome que tal vez hoy sería el día en que ella me contaría acerca de lo que la despertaba en medio de la noche. Tal vez no pudiera alejar sus pesadillas, pero quizás podría consolarla.

-Estoy bien, -respondió obstinadamente, incluso mientras la veía temblar-. ¿Qué estás haciendo aquí? ¿También éstas probando la seguridad?

-Yo soy la seguridad. Este es mi turno.

Se mordió el labio, tratando de ocultar una sonrisa traviesa-. Bueno, buen trabajo. Me alegro de poder poner a prueba tus increíbles habilidades.

Un silencio cayó entre nosotros, convirtiendo nuestras bromas juguetonas en algo incómodo. Odiaba que cada momento de silencio entre nosotros se volviera cada vez más incómodo. Parecía que siempre había algo que escondíamos del otro y con eso en nuestras mentes, no podíamos encontrar ningún otro tema alternativo.

-Bueno, debería irme. -Rose comenzó a caminar de regreso hacia la entrada, pero mi mano salió disparada para detenerla mientras se movía a mi lado.

-Rose... -el toque de su piel envió una onda de calor, calentándome desde adentro hacia afuera. Era casi impactante contra el frío del viento invernal, y me alejé rápidamente. Por su respiración acelerada y la forma en que su mirada se detenía donde la había tocado, solo podía adivinar que Rose experimentó algo similar. Ignoré el anhelo de explorar más la sensación, y en lugar de eso busqué satisfacer mi necesidad de asegurarme de que estaba bien-. ¿Qué estás haciendo realmente aquí?

Besada en las sombras desdé el punto de vista de Dimitri Belikov Donde viven las historias. Descúbrelo ahora