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El pelirrojo estaba acostado sobre su cama apoyando su cabeza en una almohada mientras miraba el techo de la habitación y esperaba a que su llamada fuera contestada. Tuvo que colgar y volver a marcar, para después de unos segundos ser contestado por la voz de una mujer.

—¿Ajax?

—Hey, ¿cómo están?

—Me alegra poder escuchar tu voz de nuevo, Ajax. Nosotros hemos estado bien...pero, falta uno de mis adorados hijos —una sonrisa se formó en el rostro pecoso—. ¿Cómo te ha ido en Liyue?, ¿lograste mudarte bien?

—De hecho, me ha ido fantástico, yo...

El de orbes azules empezó a pensar en lo que había estado haciendo en Liyue, y aunque la mayoría de veces eran sus cuestionables acciones que lo atormentaban, esta vez lo primero que pensó fueron en aquellas orbes ámbar.

—Yo...yo —titubeó al pensar en todas las veces que había visto a Zhongli.

—¿Tú...? Al parecer alguien ha estado ocupado con los liyuenses.

No había entendido el comentario hasta segundos después, por lo que después de saber a qué se refería este se levantó de la cama para sentarse y así poder calmar su vergüenza.

—Somos amigos. Él...me invitó a la fiesta de cumpleaños de su hijo mañana y ya —escuchó a su madre reír—. Pero es una buena persona. Incluso, su hija me recuerda mucho a Tonia.

—Ya veo. Ella ha estado hablando mucho de un chico, creo que tu hermana se está enamorando —ella rió pero estaba segura que a Ajax no le agradaba mucho la idea—. La otra vez la llevó a patinar en hielo y...ella se veía hipnotizaba por el muchacho.

—Que bonito...le voy a romper las piernas.

Su madre volvió a reír y fue en ese instante cuando volteó a ver las fotos en las repisas de su vacía habitación. En una de ellas se encontraba su madre, Anatoly, mientras abrazaba a un Ajax de siete años con esperanza y vida en sus ojos. Ella era una mujer hermosa, de cabello lacio y pelirrojo pero, que ella sujetaba en una coleta baja que bajaba por su hombro.

—Anthon dijo lo mismo. ¡Oh! El me dijo que te contaría que pronto jugaría en el partido de hockey que las escuelas organizan. Juega bastante bien...

—Si lo creo, la última vez que lo vi estaba aprendiendo y no dudo en que ya es todo un experto en esto —rió al recordar la vez que había resbalado en el hielo para evitar perder contra el—. ¿Y Teucer?

—Él está con Aleksei en este momento, le está enseñando a armar cometas.

Hubo un gran silencio, algo que Anatoly amargamente esperaba. Childe se irritó al escuchar el nombre de su hermano mayor y fue entonces cuando pudo comprender que era su madre quien contaba todo porque sus hermanos estaban con Aleksei.

—Ya veo. ¿Está en la casa verdad? —él sabía la respuesta, por lo que antes de que su madre hablará continuó—. Está bien, podemos hablar luego, ustedes convivan con el.

—Ajax...¿estás seguro?, hace días no hablamos...no quiero que te sientas solo.

—No te preocupes mamá, como te dije, yo conocí a un buen amigo...estoy seguro que Aleksei necesita de su compañía.

Anatoly se quedó en silencio analizando cómo su hijo se preocupaba por su hermano mayor, y no pudo evitar sonreír al ver que seguía algo de aprecio hacia el otro. Los dos se despidieron y colgaron la llamada, donde Childe le mandó saludos a sus hermanitos.

Una vez que dejó de escuchar la voz de su madre un sentimiento de soledad lo invadió nuevamente, ciertamente tenía a Zhongli, quien era un ''amigo'' asombroso, pero necesitaba de alguien que lo amara. Su familia estaba lejos y había causado un irremediable daño, y por eso Aleksei y él estaban en aquellos términos, por lo que no quisiese volver. Se imaginaba lo que era ser amado por alguien, pero aquellos escenarios estaban fuera de su alcance.

𝑰𝒕'𝒔 𝒚𝒐𝒖, 𝒂𝒈𝒂𝒊𝒏 || ZhongchiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora