- Sí mi amor, ya mañana voy a Barcelona, te amo, adiós. - Memo colgó el teléfono y encendió el auto. ¿dónde lo dejé? - se agachó a ver algo en la guantera.
Siguió manejando estaba pasando por una carretera, un hombre se le acercó.
- Señor, por favor pare un momento, ayúdame. - Memo se detuvo y bajó la ventana,
- ¿Qué sucede señor, está lastimado o algo? - vio al hombre el cual parecía que se estaba acomodando algo pero no fue así sacó un arma.
- Abre la puerta maldito. - el hombre subió al auto y seguía apuntando a Guillermo.
- Por favor, no te estoy haciendo nada, te doy todo lo que tengo ahorita pero déjame en paz ¿sí? - Memo le entregó su celular y cartera.
- A ver estúpido, eres futbolista, tienes lana, así que maneja al banco más cercano. - Memo hizo caso. - mira, tu me das el dinero y yo te dejó.
Memo asintió viendo al delincuente. - Está bien, te doy el dinero.
- ¡Cuidado! - gritó el delincuente, pero fue tarde, habian chocado con un trailer y por la fuerza cayeron para un barranco.
El hombre que manejaba el tráiler bajó rápidamente y llamó unas ambulancias y a la policía bajó a ver qué podía hacer y vio que se trataba del futbolista.
- Se reporta un fallecido, el otro, dudo mucho que sobreviva. - un paramédico se lo decía en la ambulancia.
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Cuando Lionel se había enterado de la noticia, tomó el primer vuelo que encontró para ir a México, le habían dicho que la salud de Memo estaba muy delicada, Cristiano, Javier y el Kun lo acompañaron, no valía que se vaya solo estaba muy alterado.
- Doctor, ¿cómo está Guillermo? - Lionel lloraba.
- El señor Ochoa está en un estado muy grave, está sufriendo algunos episodios de convulsiones, fue un golpe muy duro el que recibió, me sorprende que no haya muerto al instante. - el doctor veía a los demás presentes.
- Doctor, al menos, ¿puedo pasar a verlo? - preguntó el argentino
- Puede pasar, pero solo una persona, además, será un tiempo muy limitado, acompáñeme tiene que utilizar guantes, mascarilla y una bata que se le proporcionará. - el doctor dirigía al argentino.
