𝑸𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂 𝒖𝒏 𝒔𝒆𝒄𝒓𝒆𝒕𝒐...(𝑴𝒂𝒇𝒊𝒂𝒇𝒆𝒍𝒍)

𝑳𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒎𝒑𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒉𝒆𝒓𝒎𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔

Temeroso de a quienes tenía delante suyo, Mettaton debe afrontar la situación de la mejor manera, sin sumirse en el terror, pero, ¡tiene a los dos monstruos que trataron de asesinarlo y a Papyrus Gaster delante suyo y en su hotel!, ¡¿qué clase de mala broma es esta?!, sabe perfectamente que ha sido malos algunas veces de su vida, ¿pero tanto?

-No te van a matar, son nuestros aliados ahora y si intentan una estupidez la primera que va a morir es la araña, deja de temblar como auto viejo

-Entiendo señor Gaster, si eso dice...-sonrió con satisfacción- No hay problema, se ha conseguido dos sirvientes muy interesantes

-Hijo de perra -susurró Asriel mientras apretaba los puños-

-Dejen de ser tan inmaduros, tenemos algo importante por hacer y ustedes tres tienen algo en común...a un hombre, a el Zar, Chara Dmitry Romanov, altura un metro con ochenta y tres centímetros, piel clara, cabello rojizo y sonrisa como un depravado mental

-¿Calculó su estatura o lo estuvo investigando? -cuestionó nervioso-

-Investigando, a el y a todas las empleadas de sus hoteles y establecimientos, deduje entonces que el Zar busca a una mujer que vive en Snowdin y trabaja para usted, específicamente en Hotland, se trata de una posible pareja sentimental pero...el Zar no la ama

-Dijo que ella era muy importante, que este sujeto se metió con ella -agregó Muffet recordando el detalle- Parecía de tal forma obsesionado con ella

-Esa mujer debe saber cosas que lo vayan a perjudicar, debe estar desesperado, ella es una amenaza y seguramente lo que quiere no es besarla exactamente, debemos saber quien es, de esa manera la vamos a usar para acabar con ese mafioso y ya solo nos queda Asgore Dreemur, nos quitamos un peso de encima

-Maldita sea...estoy jodido, esa mujer está muy cerca de mi...debió ser un infierno para ella vivir con esa bestia, seguramente fue infeliz y quiere olvida...rlo -sus ojos se abrieron de par en par, había recordado a una mujer que se siente de esa forma-

-Eres de muchas amantes, pero tal vez te haya pasado una vez, ¿ha habido una mujer que no hayas podido dejar ir?, si es así, dime que ocasiona no poder olvidar a una dama

-Pues...había una que no me saqué de la cabeza y no era mi amante, jamás lo iba a ser...era hermosa, tenía un cuerpo tentador, olía tan bien, tenía una sonrisa dulce pero un fuerte carácter, no guardaba silencio cuando era ofendida o atacada, siempre se defendía a capa y espada, causando frustración en los hombres que trataban seducirla o tentarla, es difícil de conquistar o asombrar

-¿Qué tan atractiva era físicamente? -hacía anotaciones en un cuaderno, estaba muy atento-

-Bastante, no es del gusto de varios hombres al ser un tanto voluptuosa, pero sus ojos ámbar tienen algo especial...una mirada que te puede hechizar o hacer titubear, su cabello castaño está muy bien cuidado y se ve suave

-Ya veo, buscaré a esa mujer, entrará en mi lista de sospechosas, es todo, nos vamos y ni una palabra de esto, Sans ya te dijo para que vas a ser solicitado

-Entiendo -Creo que...¡fui demasiado especifico!, al menos no le dije su nombre-

Los tres monstruos se habían ido de la oficina, caminar al elevador, el hotel aún no abría sus puertas, precisamente por eso caminan con libertad. Papyrus se dio cuenta de que Asriel se dtuvo, esto llamó su atención y la de Muffet

Ambos estaban a punto de ir con el, pero se alejó un poco poniendo a la defensiva a Papyrus, no va a tolerar que esos dos se se le salgan de las manos, pero, se dio cuenta de que Asriel observaba a una mujer humana, estaba en uno de los balcones cepillando su cabellera castaña y corta, se le veía muy tranquila