CAPITULO 4

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JUNIO

—¿Te gustan los tostados?

—¿O los waffles?

—¿Unngh? —Taehyung abrió un ojo para encontrar a dos pequeñas criaturas a cada lado de él, una vistiendo un traje de unicornio, la otra un elegante vestido púrpura de fiesta.

—¡Desayuno! ¡Queremos hacerte el desayuno! —Rosé, la que llevaba el disfraz de unicornio, saltó al lado de la cama.

—Es de mañana —dijo Jisoo amablemente, retirando la almohada que Taehyung estaba usando para protegerse del resplandor del sol.

Había llegado a San Diego tarde la noche anterior gracias al tráfico. Había dividido las quince horas de conducción en dos días, pero aun así estaba tan aniquilado que se había derrumbado en la cama momentos después de que Seokjin lo había llevado a la pequeña habitación de invitados que sería su hogar durante los próximos meses. Y claramente, Taehyung iba a tener que investigar la situación de la cerradura en la puerta.

—¡Levántate! —ordenó Rosé, golpeándolo en el hombro con el cuerno de unicornio.

—Está bien, está bien. Denme un segundo...

—Chicas. ¿Qué están haciendo aquí? ¿Y dónde están sus ropas para la escuela? —Seokjin apareció en la entrada, secándose con una toalla lo que parecía una cara recién afeitada. Vestía jeans y una camisa gris con botones y las mangas arremangadas, mostrando sus tatuajes. Ahora eso era un sabroso desayuno.

—Lo siento, baba. —Jisoo se bajó de la cama.

—¿No dije "dejen a Taehyung tranquilo" antes de ir a vestirme?

—Está bien. —Taehyung se sentó y las cobijas se acumularon en su regazo.

Los ojos de Seokjin se abrieron de par en par. Infiernos. Taehyung no tenía una camiseta puesta. Mejor comenzar a dormir con más ropa. Ajustó las cobijas para que Seokjin pudiera ver la pretina de sus pantalones de franela, para que no pensara que estaba completamente desnudo.

Seokjin señaló el pasillo.
—A vestirse. Ahora. —Ambas corrieron en medio de muchas risas.

—Esta noche dormiré con una camiseta —dijo Taehyung porque Seokjin aún fruncía el ceño. Y aún miraba el pecho de Taehyung.

—Tu puerta se traba. Eso es todo. —Seokjin se volvió para irse, luego volvió a meter la cabeza. —Ah, y hay café. Si lo bebes.

—Estaré abajo en unos minutos.
—Taehyung se dirigió al baño, tomando una ducha rápida en medio de una explosión de juguetes que se desbordaban de su contenedor y cuatro champús diferentes de fresa alineados en el lado de la bañera. Cuando bajó a la cocina, las chicas llevaban camisetas azules que anunciaban su escuela preescolar y estaban sentadas a la mesa en el rincón para comer waffles y leche.

—Aquí tienes. La crema está en la nevera. —Seokjin le tendió a Taehyung una humeante taza de café. La verdad era que Taehyung no solía tomar eso a menudo, prefería un batido de proteínas por la mañana, pero no quería darle a Seokjin otra razón para ponerlo en la categoría de "niño". Taehyung lo manipuló con una dosis saludable de crema.

—Entonces, ¿qué hay en la agenda para hoy? Mañana tengo una reunión de personal para asegurarme de que todo esté listo para el lunes, pero hoy soy todo tuyo. ¿No tienes que trabajar? —Hizo un gesto hacia la ropa casual de Seokjin.

—Tengo permiso para hoy y mañana. Hoy es...

—¡La graduación de preescolar!—chilló Rosé—. ¡Podemos usar sombreros!

ROMPECABEZAS (Libro II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora