Love Again

Hurt

Amaba la música, vivía escuchándola todo el día a casi todas las horas posibles, con sus audífonos puestos se quedó dormida en su cómodo sofá de soltera, tanto que no recordó volver al trabajo para la pequeña reunión pactada con su jefa, Catherine Grant, o Cat. Su profundo sueño sin sueños fue interrumpido por la alarma de su móvil, se removió enseguida casi cayendo al suelo.

—Mierda, mierda —tomó su móvil asustada viendo la gran cantidad de mensajes que le llegaron de sus compañeros preguntándole dónde estaba.

Se levantó alarmada recordando de repente que debía reunirse con Cat en CATCO, le dolía mucho haber decaído tanto por culpa de su ex prometida, Lucy. Se devolvió enseguida cuando escuchó una nueva notificación, se sentó de nuevo para mirarla, esta era de Instagram, este le indicaba sobre una nueva publicación suya, estaba muy feliz disfrutando con su nuevo novio.

—Mierda —susurró nuevamente recargando la cabeza en el sofá, se preguntó por qué le pasaban esas cosas.

Kara Zorel dejó Escocia ilusionada de convertirse en una de las mejores periodistas de los Estados Unidos, no fue fácil en un prinpicio, sin embargo, lo logró y no tardó mucho tiempo en ganarse algunas exclusivas siendo tan joven. A los poco años de haber llegado, se enamoró y estuvo a punto de contraer matrimonio, pero su ex prometida canceló todo a último momento causándole la peor de las humillaciones entre su familia, colegas y amigos más cercanos.

—¿Céline Dion? —le preguntó incrédula mirando a su jefa, esta la miraba juiciosa— ¿Como? —intentó no reírse— ¿Como My Heart Will Go on de Céline Dion?

—Kerah —respiró un poco—, sé que esa pequeña cabeza tuya no asimila lo que es la grandeza —se burló mirándola paciente haciéndola sentirse pequeña—. Deberías ver lo que dicen los chicos, sabrías que estamos modernizándonos. Por ejemplo, Drake está hablando de hacerse tatuarse en el rostro.

—¿Qué?, ¿cómo lo sabe? —preguntó casi frunciendo el ceño.

—Querida, por Instagram —rodó los ojos cruzando las piernas.

—Debería más bien pensar en poner el podcast para el periódico —negó con su cabeza indignada, no le hallaba sentido.

—No, lo que debería estar haciendo es salir de mi oficina para ir a trabajar con Céline Dion —la miró algo molesta—. Parece que lo está olvidando, Kara. Me arriesgué mucho al contratarla, compañera escocesa —Kara bajó la mirada cruzando casi sus brazos sobre el pecho—. Pero desde que esa mujer la humilló públicamente.

—Lucy —aportó mirando a un punto fijo de la pared recordando.

—Desde que Lucy la dejó caer como una piedra pocos días antes de la boda, su trabajo le ha faltado corazón —Kara asintió varias veces intentando no gritarle a su jefa que no necesitaba ese gran recordatorio—. Céline Dion es todo corazón, ¿de acuerdo? La gente la adora, yo la adoro —lo explicó como si fuera obvio—. Así que, sube a bordo o encargaré a alguien que lo haga —la escocesa miró casi fulminante a Cat.

—¿T-R-I-S-T-E?, ¿estás bromeando? —Lena encogió sus hombros colocando cada letra en el Scrabble.

—Cállate, es la única que encontré —Sam se rio ordenando sus palabras.

Estaban sentadas en la mesa del restaurante de su buen amigo, John Jones. Llevaba dos años que no lo visitaba ni comía una de sus deliciosas hamburguesas, Miriam's burguer.

—Solo son cinco, voy a perder esta partida —se quejó la ojiverde mirando sus letras, levantó su mirada cuando escuchó una notificación de su amiga.

—Alex respondió mi mensaje —sonrió feliz mirándola.

—¿Alex ha vuelto? —preguntó acomodando las palabras algo interesada.