Fear

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Terminando las pizzas, se limpiaron sus manos con servilletas desechables; sintiéndose a gusto se quedaron recostadas de medio lado quedando de frente, mirándose sonrieron intentando buscar algún tema de conversación. Sus copas medio llenas indicaban que no deseaban terminar su cita, ninguna pretensión se encontraba—sexual—, solo bastaba con conocerse más resultaba adecuado en el momento.

—Espero que en algún instante de mi vida pueda cocinar algo que no sea enlatado o delivery —se rio corriendo las cajas de pizza dejándolas lejos.

—Por mi parte aprendería a cocinar, Lena. Lo haría solo por ti —Lena bajó su mirada siendo atormentada por el recuerdo de Jack — ¿Cómo sigue tú corazón? —preguntó Kara interesada. Inspeccionó su dedo anular, seguía usando el anillo de plata en dedo anular.

—Creo que poco a poco estoy avanzando —sonrió de medio lado vacilante—. De lo contrario no estaríamos aquí, ¿cierto?

—Sí, por supuesto —sonrió apartando su copa. Unió sus manos inspeccionado sus facciones.

—Hemos hablado mucho de mí. Mejor cuéntame historias interesantes que has tenido al hacer entrevistas —Lena no quería recordar a Jack porque se sentiría mal—. Me encanta escuchar tu voz.

—Gracias —le agradeció entre risas comenzó a buscar en sus recuerdos—. Tengo un par de historias, así que nos tomará largo rato estar aquí.

—¡Adelante! —la invitó acostándose en el asiento para estar más cómoda.

—Bien —respiró profundo—. En mi primera  historia como periodista, tuve que entrevistar a una poderosa CEO. Era una mujer imponente como tú...—sonrió recordando sus inicios.

Siguió contando casi detalladamente lo sucedido ese día, como la mujer había logrado ponerla nerviosa y logró hacerla divagar tanto que casi perdía su credibilidad como reportera. Alzando su mirada se encontró con una ilustradora plácidamente dormida. Kara suspiró en medio de una sonrisa, se levantó con cuidado y tomó a la mujer entre sus brazos estilo nupcial sin dificultad. Intentando adivinar cuál era su recámara no era difícil, dejándola suavemente sobre la cama le colocó el edredón para que no tuviera frío. Salió cerrando cerrando detrás de sí mirando la hora, era tarde y no tenía automóvil. Debía esperar a que amaneciera para tomar transporte, pensaba seriamente comprarse algún auto.

—Bien, Kara. Parece que hoy dormirás en ese cómodo sofá —murmuró abrochándose mejor su abrigo.

Agarró la alfombra con apariencia caliente se acostó y se la colocó como cobija, cerró los ojos e intentó concentrarse en mantener su mente en blanco. Minutos después escuchó como abrían la puerta, levantó su cabeza extrañada. Vio a una morena atractiva bailando, vestía más o menos elegante, parecía feliz. A como pudo se puso en pie frotó sus ojos, quería evitar que Lena despertara porque había comenzado a cantar.

—Hey —susurró Kara intentando llamar su atención.

—"Kiss on my list..." —siguió cantando la morena sin percibir su presencia.

—¿Disculpa? —le tocó su hombro echándose para atrás antes agarrando su garganta.

—¡Ooh, lo siento! —se disculpó ofuscada viéndola intentar respirar— Pensé que Lena estaba sola. Debes ser Kara, ¿cierto?

—S-sí —asintió recomponiéndose poco a poco—. Debes ser su mejor amiga, Sam —esta asintió ofreciéndole su propio vaso de agua—. Solo quería impedir que Lena se despertara. Se quedó dormida cuando estábamos afuera.

—¿La dejaste en su habitación? —arqueó una ceja impresionada— Debes hacer mucho ejercicio, Lena pesa un poco.

—Bueno, lo dice la persona que me aplicó una llave —la hizo reir, mientras ella sintiéndose aliviada de tomar agua sonrió.

Love AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora