Love Again

Meet You

Lena regresó a su departamento recostándose a la puerta unos instantes, tenía los labios secos, pero no sabía si por el viento frío o por esa primera impresión que tuvo de Kara. En el momento no recordó preguntarle si era ella la que estaba detrás del mensaje—es ella, estoy segura que es ella—, pensó mordiéndose el labio inferior. Se comenzó a encaminar a la cocina, necesitaba copa de vino para procesarlo. Debía reconocer que hacía mucho tiempo no había llegado a conocer a una mujer que levantara en ella interés, al menos no desde su mala experiencia universitaria. Sin embargo, había algo en esa rubia escocesa que captó su atención, no solo por su innegable belleza, sino por la forma en que analizó Orfeo y Eurídice.

—"Hola, Lena. Espero que hayas llegado bien a casa" —la ilustradora miraba su móvil como si estuviera hipnotizada.

—Hey, no te escuché llegar —saludó Sam saliendo de la habitación sobrante—. ¿Cómo estuvo todo? Dime que conociste a la persona detrás.

—Sí, estoy segura de que lo hice —musitó intentando esconder su sonrisa.

—¿Cómo es eso de que estás segura, Lena? —cruzó sus brazos sobre su pecho— Estás ocultándome algo, Luthor. Sabes que suelo ser demasiado curiosa.

—Está bien, te lo diré. Solo prométeme que no harás un escándalo —descorchó el vino mirándola ligeramente.

—Llena una copa para mí y seré toda oídos —Lena asintió sacando otra copa—. Ese aura misterioso tuyo me causa mucha curiosidad.

—Toma la copa, calla y ven conmigo al sofá —Sam rodó los asintiendo, tomó un trago y la siguió—. Sinceramente pensé que no tendría resultado. Nadie se acercó a mí durante la obra, estaba perdiendo la esperanza —comenzó a juguetear con su copa—. Entonces, cerca de la entrada estaba ella.

—¿Ella? —preguntó asombrada Sam tomando un trago más profundo— Esto sí se puso más interesante todavía. ¿Cómo era?

—Rubia, unos centímetros más alta que yo. Sus ojos eran azules, tenía aspecto atlético y, muy hermosa —la morena estaba interesada escuchándola hablar, ¿ilusionada?—. Ya nos habíamos visto antes la noche desastrosa en ese bar hipster. Demasiada coincidencia, ¿no crees?

—No me cabe la menor duda, amiga —Lena sonrió asintiendo—. ¿Por lo menos hablaste con ella?

—Claro, Sam. Me sorprendí a mí misma iniciando la conversación y luego ella me sorprendió a mí pidiéndome mi número —se rio negando con su cabeza—. Es escocesa,  ¿sabes? Tiene un pensamiento crítico interesante a lo que pude apreciar.

—Me parece que estás interesada, Lena. ¿Por qué no la conoces más? —sonrió ampliamente, olvidando su prejuicio anterior, le daría apoyo.

—No lo sé, ¿crees que sea correcto? —mordió su labio inferior dudativa.

—Lena, piénsalo con la almohada. Mañana tendrás la mente más despejada y me dirás qué piensas —la ojiverde asintió, tomaría el consejo de su mejor amiga.

Al día siguiente, Kara se levantó optimista, luego de haber comparado los números la noche anterior. Sí, conformó que era Lena Luthor. Sus energías parecían extrañamente renovadas, estiró su cuerpo e hizo un poco de ejercicio. Se alistó a conforme se sentía, suspirando se colocó perfume y tomó sus pertenencias. Aunque su móvil no tenía mensajes nuevos, estaba segura que algo bueno iba a sucederle, sonrió guardando ambos móviles en su gabardina color beige.

—¿Quién eres y qué has hecho con Kara Danvers? —preguntó sorprendido Mike viéndola llegar reluciente.

—Estás siendo un exagerado —rodó los ojos sonriendo.