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Entre la vigilia y el sueño profundo, pasó medio mes en un abrir y cerrar de ojos.
Una gran cantidad de materiales medicinales fueron enviados a la mansión del primer ministro como agua corriente. En la mansión del primer ministro, había un olor amargo a medicina durante todo el día. Incluso a dos calles de distancia, se podía oler este fuerte olor. Era más fuerte que el olor en el centro médico especializado en curar enfermedades y salvar vidas concentrado.
“Ejem——” La criada que estaba preparando la medicina abanicó el viento y tomó una bocanada de aire fresco de la ventilación de aire superior con su sonda, solo para ver a unos pocos soldados con ropas fuertes y afiladas entrando por la puerta, un brillante figura amarilla Parpadeó débilmente detrás de la pared humana.
La emperatriz iba y venía a toda prisa.
En la superficie, parece que solo le preocupan los asuntos familiares de los cortesanos, pero en secreto, Zhao Xiang tiene que pensar demasiado.
Ya había pedido licencia por varios días por el bien de Hanju, no sé si la emperatriz pensaría que estaba usando la enfermedad de su hija como medio para pedir licencia.
Pero en este momento, realmente no le importaban los asuntos políticos, y no le importaba a quién quería matar la emperatriz o qué limpiar, todos sus pensamientos estaban ahora en su única hija.
Duda, de todos modos, ha vivido durante más de 50 años, y ya ha vivido lo suficiente. Si el único regalo que le dejó su amada esposa, Hanhan, todavía está vivo, se habría ido con ella hace mucho tiempo.
En la habitación, el Inmortal Changsheng retiró lentamente sus manos, y la tez de Zhao Hanhan se volvió rosada por un momento, y pronto se volvió blanca como la nieve cuando su cuerpo cayó hacia atrás.
El inmortal Changsheng ya no podía ver la apariencia inmortal que tenía cuando llegó a la Mansión Zhao hace unos días, sin mencionar que había perdido mucho peso y sus ojos claros estaban llenos de agotamiento.
Arrastró el cuerpo de Zhao Hanhan, se lo entregó a la criada que vigilaba el costado, se levantó de la cama y sacudió la cabeza hacia Zhao Xiang.
Zhao Xiang se sentó en la silla.
"Por no decir, por no decir..."
El maestro Changsheng no lo ayudó, pero dijo: "Sabes, el número es cinco o cinco".
...
Al mismo tiempo, el palacio estaba lleno de nerviosismo.
"¿Quién te permitió drogar a la señorita Zhao?"
"¿Quién te dio el poder?"
"¿Cuándo será tu turno de reflexionar sobre mis pensamientos?"
¡Splash!
El látigo de púas colgó sobre la piel, sacando un pedazo de carne y sangre, y la persona cuyas manos y pies estaban atados y fijados en la cruz solo gimió y no tuvo otra reacción.
Bajó la cabeza, todo su cuerpo estaba cubierto de manchas de sangre una tras otra, y no pudo encontrar el más mínimo lugar completo.
Los sirvientes del palacio que esperaban a un lado vieron que Shen Yunshu se detuvo e inmediatamente tomaron una olla de agua de chile rojo brillante y la vertieron desde la cabeza.
"Ah--"
El dolor severo hizo que la persona en el estante levantara la cabeza, revelando un rostro demacrado pero claramente identificable: era el Jefe del Departamento de Supervisión, Li Sicha.
