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Pov Amity

Cuando llegamos a mi cuarto en el hotel, Luz se sentó en la cama con Emma en brazos, arrullándola para que cayera dormida.

− Siento haberme ido, Luz - susurré desde el marco de la puerta que daba al baño.

Mi ojimarron levantó la cabeza hacia mí, y luego de unos segundos me sonrió suavemente.

− Lo sé. Cuando te fuiste estaba tan enfadada contigo, amor. Lo único en lo que podía pensar era en buscarte, encontrarte, llevarte a rastras a casa si era necesario y encerrarte en la habitación hasta el fin de los días.- Me mordí el labio, sabiendo que realmente había pensado en hacerlo. Luz no era de las que hablaba porque sí.- Pero me hiciste abrir los ojos, Amy. Y eso nunca hubiese sucedido si tú no hubieras hecho esto.

Asentí lentamente, sintiendo como un peso que cargaba en mi corazón desaparecía.

− Voy a tomar un baño - murmuré acercándome a ella, besando sus labios y luego la frente de mi pequeña.

Luz asintió, y cerré la puerta del cuarto de baño detrás de mí.

Luego de desnudarme y llenar la ducha de agua caliente, me sumergí en ella soltando un suspiro de alivio.

Este día había sido agotador, y no quería ni pensar en el bombardeo de preguntas con las que me llenaría Sophia al llegar mañana a la librería.

Cerré los ojos y reposé la cabeza hacia atrás, preguntándome qué sucedería ahora.

Luz no me había dicho si nos llevaría con ella, o se quedaría, o si se iría dejándonos aquí.

La idea de verla partir me impacientaba. No podía verla irse, no podía alejarme de ella otra vez.

− Con permiso.

Abrí los ojos cuando la voz de Luz sonó cerca de mi espalda, y me senté dentro de la bañera para sonreírle.

Mi novia, preciosamente desnuda, se sumergió en la bañera también, detrás de mí, y me rodeó con sus brazos apretando mi espalda con fuerza contra su pecho.

Adoraba estar aquí, sintiendo cómo su fuerza y seguridad me hacían a mí más fuerte.

Luz era la mejor compañera que hubiese podido desear para mi vida.

Era tan fuerte y protectora, y podía llegar a ser tan posesiva y dominante que me hacía querer gritar. Pero también era increíblemente tierna cuando quería. Generosa y fiel. El amor de toda mi vida.

− ¿Ya terminó todo? - murmuré esperanzada.

Luz inspiró hondo, y supe que no. Nada había terminado.

− Acabé con Mat. Lo que hizo la otra noche fue por lo que yo hice con Belos, su 'mentor' - respondió mientras acariciaba mis brazos con la punta de los dedos, haciéndome estremecer - Pero hay muchas otras cosas por hacer. Ninguno de mis socios está muy feliz con esto de mi "renuncia", ya sabes...

− ¿Están intentando matarte?

− Un par de ellos.

− ¿Acaso nunca se va a acabar? - protesté, dejando mi cabeza caer sobre su hombro.

Luz me estrechó más fuerte entre sus brazos y besó mi cabeza una vez.

− Sí lo hará, te lo prometo Amy - murmuró contra mi cabello.- Te amo.

Me giré entre sus brazos, y la abracé con fuerza.

El miedo que sentía por ella era devastador, y realmente, no creía poder soportarlo mucho tiempo más.

MÍA | LUMITY G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora