Capítulo 08

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La casa de Lisa es hogareña. Dentro está decorada con adornos de madera y en la pared hay fotos familiares colgadas, cuando entras por la puerta, lo primero que ves son las escaleras que te llevan arriba a las habitaciones, Jungkook olfatea para sentir algún olor extraño, pero solo siente el de Lisa en el ambiente.

— ¡Mamá, ya llegué! —grita por sobre la música que está puesta.

La omega le indica al castaño que deje las cosas sobre el sillón. Una señora de cabello largo y negro, sale de la cocina, es muy delgada pero luce sana. Es guapa y tiene facciones parecidas a las de Lisa. Jungkook ya ha visto a la madre de la omega antes, la señora Chitthip Manobal.

— ¡Oh, Lisa! llegas algo tarde, ¿no crees? —la beta tiene una espátula en la mano y la otra está manchada.

— Si, fuí con Jungkook al doctor —la omega se acerca a su madre para darle un abrazo. Jungkook se queda en su lugar.

— Hola, Jungkook. ¿Te quedarás a comer? si es así, es un placer para nosotros tenerte aquí.

— Buenas tardes, señora Manobal, si me quedaré a comer.

— Okay, tendrán que esperar un poco, todavía estoy empanizando la carne.

— Esperamos entonces.

— ¿Por qué no van arriba a esperar? total, ya Lis está embarazada.

— ¡Mamá! —le reprocha avergonzada, sin embargo le parece buena idea— Ven Jungkook, te llevare a mi habitación.

Con las mejillas rojas, ambos suben calmadamente cada escalón. Lisa abre una puerta pintada de color rosa. En las paredes hay pósters de princesas o de alguna caricatura animada.

— Tú habitación es...

— ¿Infantil?, lo sé. La remodelación que hice fue cuando tenía 11 años.

— Eso lo explica.

— ¿No te gusta?

— Si, tiene su encanto.

— Yo misma pegue cada póster —mira alrededor, sonriendo— Mamá creía que era obsesiva y que algún día-

De golpe deja de hablar y abre sus ojos los más que puede mientras se cristalizan,  su boca se abre pero de ella no sale nada.

— ¿Lisa? ¿Está bien?

— S-se está m-moviend-do.

— ¿Qué cosa?

— El bebé —pone sus manos sobre su estómago y sonríe.

La pelinegra toma la mano del castaño y la pone sobre su vientre.

— ¡Ahí está!, ¿lo sentiste?

Desearía haberlo sentido, pero no.

— No, realmente no.

Jungkook se acerca más, poniendo ambas manos sobre la piel de la omega, tratando de sentir algo. En realidad sólo tenía ganas de tocarla, y aprovechando su cercanía unde la nariz en el cabello de Lisa.

— ¿Por qué hueles tanto a vainilla? Tú eres solo coco.

— Cuando mamá estaba embarazada de mi, olía a coco y eso que ella es beta, así que la teoría de ella es que el olor a vainilla proviene del bebé.

— ¿Es omega, entonces?, su olor es muy dulce.

— Creo que sí.

El alfa mueve su nariz, buscando más olor y lo encuentra.

— Hueles jodidamente bien.

— Tú también lo haces. Es como a hierbas, hierbabuena.

— Me lo han dicho —dice, bajando por la mejilla de Lisa, es suave y algo rellena.Su nariz chica con la de ella y se miran fijamente.

Los labios de la tailandesa estaba entreabiertos, una clara invitación para que la bese. Pero Jungkook se aleja aclarando su garganta.

— Sabes que no beso a nadie, o no lo haré hasta encontrar a mi omega.

— Yo... yo soy tu omega, Jeon —Lisa no sabe de dónde saco el valor para pronunciar esa oración.

— No, no lo eres.

— Claro que sí, lo siento mi omega me lo dice.

— Estás confundida. Tú omega debe estar confundida porque estás esperando un hijo mío.

Lisa suspira y asiente derrotada.

— Debes tener razón.

Jungkook asiente, sentandose a su lado en silencio y Lisa acaricia su propia barriga viendo al alfa.

— ¿En dónde trabajas, Jungkook?

— En un bar, tengo el turno desde las 4 hasta las 7, hoy estoy libre.

— ¿Por qué llegaste el otro día con un corte en la mejilla?

Jungkook suspira, acostándose a su lado.

— Un alfa estaba confundiendo a una beta con una omega y ya sabes... tuve que interferir y me gane un par de puñetazos.

— Oh...

Se quedan un par de minutos en silencio, hasta que el alfa vuelve a hablar.

— ¿Cuando vas a volver a casa?

— Estoy en mi casa.

— A mi casa, Lisa.

— No quiero... tengo miedo de que vuelvas a ser malo. Quiero esperar un tiempo aquí.

— ¿Me tienes miedo? —Lisa no quiere decir que si, porque eso podría lastimar a Jungkook y a ella no le gusta que la gente se sintiera lastimada, menos por su culpa— contesta —pide, suavemente.

— Si, un poco.

— Entiendo, realmente te trate mal.

Otra vez se quedan en silencio, pero no es incómodo, sólo es silencio.

— ¡Jungkook, Lisa, bajen! —la voz de Chitthip se escucha a lo lejos.

Ellos se paran y Lisa se acerca a Jungkook, acariciando el suéter que este tiene puesto.

— ¿Puedo tener este también? me gusta mucho.

— No. Es mi favorito, además todos mis suéters los tienes tú.

— Prometo devolverte los demás si me das este.

— Pero es mi favorito...

— Por favor Jungkook. Este huele a ti, los otros ya no.

— Okay —se lo quita, dejando su torso marcado al descubierto.

— Wow, estás bien dotado.

— No te hagas, ya lo has visto antes, hasta lo sentiste contra tus pechos. Ahora dame uno de esos suéteres que tienes.

Lisa camina completamente roja a su armario y saca un suéter negro del coreano entregándoselo.

Rodando los ojos, Jungkook se lo pone, de todos los que tenía ahí le da el que menos le gusta, pero no sé queja, al menos no en voz alta.

— ¿Te quedas más tiempo después de comer?

— No creo, tengo que ir a casa.

— Pero no me gusta dormir solita —un puchero atraviesa los labios de la chica y Jungkook siente que puede morir de ternura.

— Entonces vuelve a casa.

Lisa entrecierra los ojos, asintiendo mientras sonreía.

— Bien jugado, Jeon.

Wow, eso fue más fácil de lo que pensó.

El alfa sonrió y comenzó a bajar junto a la omega para poder comer con los padres de Lisa y darles la noticia de que Lisa se iría de nuevo con él.

Ven aquí, y ámame [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora