Capítulo 11

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El lunes Lisa estaba feliz, entra, orgullosa a la escuela, luciendo su abultado vientre de ya, 6 meses. Olfatea, buscando el olor de Jungkook pero parece no estar cerca. Camina por los pasillos, saludando a las personas que conoce. Llega a su casillero, lo abre y saca los libros que necesitara en el día, después los mete a su mochila.

Alguien golpea la puerta de metal a su lado, haciendo que pegue un salto.

—¿Cómo hiciste que Jungkook pase tu celo contigo? —es Hyeri, de primer año, Lisa la conoce porque es parte del Consejo estudiantil.

—Yo no he pasado ningún celo mío con él.

—¿Y eso? —apunta su panza con una mueca.

—Oh, ese fue su celo —recalca—. Él me lo pidio.

—¡No mientas! —le grita.

—Ay, niña —Lisa se aleja de ella—. Lávate la boca y luego hablamos. Ten —le pone un chicle en la mano—. Si te sirve de consuelo, son comprados por Jungkook.

Lisa se va, riéndose cuando ve a la omega meterse la goma a la boca. Entra a su salón donde es su primera clase. En su silla usual, está Jungkook, esperando por ella.

—Hola —el alfa habla primero, parándose para dejar que la omega se acomodará.

—Hola —sonríe, tomando asiento.

—Te traje esto —de su mochila, saca una caja de chocolates con almendras.

La tailandesa sonríe, la abre y su sonrisa cae. De los 10 chocolates que debían haber, sólo estaban 7.

—Fue Jimin. El los compró, con mi dinero porsupuesto y dijo que merecía un pago.

—Está bien.

El timbre suena y el castaño sale por la puerta, sin despedirse. A Lisa ya le parece normal eso. Le alegra que Jungkook estuviese cambiando, se notaba que se esforzaba en hacerlo.

(...)

Después de 3 clases seguidas, sigue su receso. Camina por la cafetería, donde supone que todos deben estar, y no se equivoca. A lo lejos, escucha a Jungkook y Rosé pelear, como de costumbre. Siempre discuten estupideces y cosas sin importancia.

—Llegué —se sienta a un lado de Jungkook, y este rápidamente se pega a la omega, oliéndole.

—¡Hola, chicos! — Taehyung canturrea, parándose a un lado de la mesa , todos contestan a su saludo, menos Jungkook porque, al parecer, está muy ocupado en otra cosa.

—. Les traigo esto —les pasa una tarjetita, la invitación para su fiesta—, Es éste sábado, no falten —se va, para ir a otra mesa a entregar más.

—¿Cómo pretende que vaya así? —Lisa bufa.

—¿Así cómo? —Rosé pregunta, buscando algo malo en la omega.

—¡Toda embarazada!

—No creo que sea tan malo, Lis. Podemos buscar un lugar fuera de peligro y pasarlo ahí.

—¿Vas air, Jungkook?, no creo que no, es tu primo —Lisa apunta.

—Tengo que o mi papá se enojará.

—¿Por qué haces todo por obligación? —Jimin voltea a verlo.

—No es por obligación, sólo que la gente me ayuda a hacer las cosas bien.

—Ohh —los demás dicen en coro, entendiendo.

—Tenemos que ir al chequeo hoy —Jungkook  recuerda.

—Lo sé —comienza a desayunar.

(...)

—Es bueno verlos otra vez, chicos —el doctor les abre la puerta—. Te ves mejor Lalisa, se nota que has estado comiendo, ¿cómo vas con las vitaminas que te receté?

—Las tomo siempre.

El hombre pesa a Lisa y mide su estómago, él dice que todo esta perfecto.

—Si tenemos suerte, veremos que es el bebé — dice, poniendo el gel sobre la piel de la omega.

Jeon permanece callado, escuchando las explicaciones que el señor Choi da. Le dice a la omega todos los cambios que viene este mes y recomendaciones.

—Aquí está —oprime botones raros y sonríe—. Esa es su carita —y ninguno de los dos entiende la imagen pero aún así, sonríen—. 28 centimetros, me parece perfecto.

Sigue hablando con palabras científicas y aburridas (para Jungkook). Dice que pesa 300 gramos y que eso era bueno.

—¡Es un niño! —el hombre exclama con emoción —. Espero que les guste la idea.

Jungkook puede verla asentir, emocionada y con lágrimas bañando sus sonrosadas mejillas. La consulta termina, Jungkook paga y salen. Lisa no ha dejado de sollozar y eso preocupa a el  alfa.

—¿Estás bien, Lisa? —le toma los brazos. Ella asiente, hundiendo su rostro en el pecho de la mayor, mojando su camiseta—. ¿Y por qué lloras? —le habla en voz baja, rozando su nariz en su coronilla.

—Es que... estoy muy feliz —solloza y al mismo tiempo se ríe—. ¡Vamos a tener un bebé niño!

Jungkook asiente, alzando el rostro de la omega. No lo aguanta más, la necesita y desde que la conoce, la está deseando. Así que sin perder más tiempo, une sus labios con los húmedos de la extranjera. La pelinegra hace un ruido de sorpresa pero no se aleja, se mantiene pegada a el alfa.

Su alfa.

Ven aquí, y ámame [LISKOOK] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora