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•Perspectiva narrada por Blackburn Varkáris/Caronte•

«Días atrás, antes de Navidad y Año Nuevo».

Jamás había experimentado el dolor físico. Y comencé a saber la magnitud de este a partir del día que decidí poseer el cuerpo de Blackburn Varkáris, un humano recientemente asesinado con quien, con ayuda de Persephone, hicimos un pacto para intercambiar lugares. Inmediatamente, toda la información de ese joven llegó a mi mente al instante que me introduje dentro de él. Desde el primer recuerdo hasta el último, cuando fue cruelmente asesinado, incluso sentí el dolor descomunal en el corazón. Aprendí a mezclarme con los suyos y permanecer aislado en el hospital hasta decir basta. Hui de ahí, en donde, sin desearlo, encontré a una curiosa humana de nombre Sophie Beaumont en un bar. Llamó instantáneamente mi atención y decidí que, si el destino nos volvía a cruzar, atravesaría el Inframundo solo por ella y así fue. Una conexión inexplicable surgió entre nosotros llegando al punto de quedarme en casa de sus padres para pasar las fechas decembrinas que los mundanos celebraban. No la habría acechado, de no ser porque ella era una humana muy peculiar.

El recordatorio de quien era yo en realidad llegó después de leer el libro favorito de Sophie y sucedió lo inesperado. El dolor abrumador y asfixiante, similar al recuerdo de Blackburn Varkáris cuando fue apuñalado en el corazón, lo sentí al rojo vivo en el mismo sitio, incapacitándome para respirar o moverme. Lo último que vi antes de ver todo negro, fueron los hermosos ojos ambarinos y preocupados de mi Cereza de Otoño.

Cuando desperté, me horroricé. Reconocí las malditas paredes de piedra rojiza con manchas oscuras gracias al fuego infernal y a dos metros vislumbré mi vieja barca y remo, esperándome. Me encontraba en el averno. Otra vez. Toqué mi cuerpo y sí, en efecto, estaba de vuelta en todos los sentidos. Resople con resignación. Ni si quiera pude despedirme de mi humana y ella muy probablemente se entristecería al ver el cuerpo de ese humano morir otra vez.

—Te equivocas—escuché la voz cantarina y sensual de Persephone detrás de mí.

Me di la vuelta para encararla.

—Persephone—murmuré, mirándola a los ojos—necesito una explicación, ¿por qué volví? ¿ya terminó el plazo de mi estadía en el mundo humano? —quise saber con decepción.

—Ay, mi querido Caronte—esbozó una sonrisa divertida—el tiempo es subjetivo. ¿Sientes que has aprendido lo suficiente y que has explorado todo en el mundo humano? —negué con la cabeza—entonces ahí tienes la respuesta. Hasta el segundo que quedes totalmente extasiado y te sientas realizado, será el momento de regresar. El collar que te di es la entrada al Inframundo y al mismo tiempo te protegerá en el mundo terrenal de cualquier criatura que sea enviada por ti, si en caso Hades descubre nuestro secreto.

—¿Y qué me dices ahora? ¿por qué volví?

Persephone hizo un mohín en los labios y se quedó pensativa unos minutos.

—¿Tuviste una emoción fuerte?

—Estaba conversando con mi amiga humana sobre su libro favorito y de repente comencé a sentirme mal. Supongo que perdí el conocimiento.

—Caronte, si estás al tanto que no pueden atraerte los humanos en el ámbito carnal y pasional, ¿verdad? Porque fue uno de los primeros consejos que te di—dijo ella con severidad—ya que, si te llegas a involucrar con ellos y tienes descendencia, será fatal para el olimpo. Los dioses se enterarán y nos castigarán con la muerte, en especial Hades y Zeus.

Me tensé. Era verdad. Pero el hecho de que Sophie Beaumont me gustase, no significaba nada.

—Lo tengo en mente, no te preocupes—tragué saliva— ¿y dónde está Blackburn Varkáris?

Ephemeral Darkness ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora